Madrid, 15 abr (EFE).- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado este lunes la importancia de que no se produzca una escalada de violencia en Oriente Medio tras el ataque «absolutamente condenable» de Irán a Israel de este fin de semana, pues lo contrario tendría un impacto macroeconómico «muy negativo».
Aparte de los efectos geopolíticos y humanos que podría causar, «a nadie le interesa ni quiere una restricción de la oferta del petróleo, que llevaría a unos precios elevados y tendría un impacto muy negativo desde el punto de vista macroeconómico», ha asegurado Imaz en el foro Wake Up Spain que organiza El Español.
Aunque «desconocedor de lo que pueda pasar», el consejero delegado de Repsol ha admitido que la incertidumbre «está ahí», y ha dicho que espera que «no haya escalada añadidas» en el conflicto.
Sobre el contexto actual también se ha pronunciado el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, que ha incidido en que «decir hoy que no va a haber tensiones geopolíticas que afecten al precio de la energía es mucho decir».
Aún admitiendo que el panorama ahora es muy distinto al que se presentó durante la crisis energética, gracias a la respuesta de la Unión Europea y a las condiciones climatológicas, Reynés ha apuntado que los mercados «están descontando escenarios».
«No nos hemos escapado de la volatilidad, pero sí que nos coge con un nivel de almacenamiento (de gas) mucho mejor que hace un año», ha recalcado el presidente de Naturgy, que ha enfatizado cómo, además, se han podido conseguir tales provisiones a unos precios más bajos.
Por lo pronto, después del invierno «más benigno» en términos de temperatura de las últimas décadas, la primavera ha comenzado con unos niveles de almacenamiento «muy elevados», lo que ha hecho que los precios bajaran al haber «menos consumo y menos necesidad de compras». EFE
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