El jefe de DDHH de la ONU asegura que una de las causas del conflicto en RDC es la explotación de sus recursos

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El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha asegurado este jueves que una de las causas de los conflictos que golpean desde hace años a República Democrática del Congo (RDC) es la explotación de sus recursos naturales, un proceso realizado de forma que «empobrece más que beneficia» a sus ciudadanos.

«Una de las causas profundas de muchos de estos conflictos es la explotación de los recursos naturales de RDC, que empobrece más que beneficia a la población local. El Gobierno, así como las potencias regionales e internacionales, tienen obligaciones en este sentido. El sector privado también tiene importantes responsabilidades, incluidas las empresas que extraen recursos, como el coltán, tan valiosos para el mundo», ha asegurado durante un discurso desde Kinshasa en la que ha sido su primera visita al país en su cargo.

«Todos nosotros utilizamos teléfonos móviles que son posibles, en gran medida, gracias a los recursos de RDC. El mundo no puede seguir consumiendo a costa del pueblo congoleño. Cada uno debe preguntarse dónde está su responsabilidad», ha añadido.

Tras ello, ha expresado su preocupación por los «complejos» retos a los que se enfrenta RDC, especialmente en el este del país, donde la población se encuentra «exhausta, profundamente traumatizada y devastada por décadas de guerra y conflicto».

CONFLICTO EN EL ESTE

En la provincia de Kivu Norte, el Ejército congoleño se enfrenta al grupo armado rebelde Movimiento 23 de Marzo, que «sigue sembrando el terror, matando y secuestrando» tanto a la población local como activistas, periodistas o líderes comunitarios, provocando que 500.000 personas se hayan desplazado desde octubre, llegando a 2,7 millones la cifra total de desplazados en la región.

Allí, tanto las fuerzas de seguridad congoleñas como las milicias de autodefensa Wazalendo también están cometiendo violaciones de Derechos Humanos que «deben impedirse», según el Alto Comisionado.

Además, Turk ha denunciado que los menores de edad están siendo reclutados entre las filas del M23, formado por tutsis congoleños y supuestamente financiado por Ruanda.

En la provincia de Ituri, los combates están protagonizados por el gran conflicto interétnico entre la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO) –por parte de los agricultores lendu– y el Frente Popular de Autodefensa de Ituri (FPAC-Zaire) –por parte de los pastores hema– y por los ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculadas al grupo yihadista Estado Islámico.

Los continuos abusos contra los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario han provocado en torno a 1,8 millones de desplazados en la provincia.

«Aunque los conflictos que tienen lugar en estas dos provincias difieren, el resultado es, trágicamente, similar. Los habitantes de ambos lugares han descrito cómo habían huido de los combates y ahora estaban desesperados por recibir ayuda y apoyo. También han expresado su profundo deseo de regresar a casa», ha aseverado.

Además, ha denunciado que se ha registrado un «aumento notable» del número de víctimas de violencia sexual en los lugares de combate, donde las mujeres y niñas son atacadas cuando van a buscar leña y son obligadas a «venderse para sobrevivir».

«Es imperativo que el Estado pueda desempeñar plenamente su papel en el este, para imponer la seguridad pero también para proporcionar servicios esenciales como la educación y la sanidad. El Estado también debe proporcionar recursos efectivos, incluido el acceso a la justicia a través de un sistema judicial justo y eficaz», ha manifestado Turk.

Asimismo, ha instado a Ruanda a terminar con «cualquier papel» que desempeñe con su apoyo al M23 y a otros países que estén apoyando a otros grupos armados, aunque no ha especificado a quiénes se refiere. «Todos los congoleños tienen derecho a la paz. Sin paz no habrá desarrollo ni progreso», ha añadido.

Es por ello por lo que ha mostrado su preocupación respecto a la retirada de la la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO), que se marchará del país a petición del Gobierno congoleño.

«Me preocupa mucho lo que pueda ocurrirle a la población civil si se produce una retirada precipitada de la MONUSCO. Las fuerzas nacionales y otras fuerzas regionales e internacionales desempeñan aquí un papel clave», ha expresado Turk.

El Alto Comisionado también ha achacado el conflicto a la impunidad, a la falta de rendición de cuentas y a la corrupción en las instituciones, y ha reconocido los primeros pasos del Gobierno para hacer justicia por los crímenes cometidos durante el conflicto, si bien pide más medidas al considerar que «no son suficientes».

«La inmensidad de esta nación, que tiene el tamaño geográfico de Europa Occidental, es sorprendente. RDC es enormemente rica en la resistencia y fortaleza de su pueblo. También cuenta con abundantes recursos naturales. Este país podría ser, sencillamente, uno de los más ricos del mundo. Sin embargo, hoy es uno de los más pobres. (…) La vitalidad de la sociedad civil congoleña me da esperanzas», ha agregado Turk.

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