Lugo, 13 abr (EFE).- Golpeado por el arresto por una presunta violación en Estados Unidos de su jugador Ben McLemore, el Río Breogán buscará este domingo un triunfo vital en su carrera hacia la permanencia en la difícil cancha del Baskonia, que no tiene margen de error en su pelea por un billete para el playoff por el título.
No es una misión fácil, pero Veljko Mrsic ha intentado aislar a sus jugadores del ruido mediático que supuso el encarcelamiento del estadounidense McLemore, el jugador más determinante en ataque del equipo gallego.
En su comparecencia ante los periodistas, el técnico croata tampoco ha aclarado si el exjugador de la NBA estará en el Buesa Arena. Todo es una incógnita, aunque su idea es que el estadounidense juegue. En caso de que no sea así, podría repetir la táctica que utilizó durante muchos minutos contra el Zunder Palencia, al que castigó ofensivamente jugando con dos de sus tres bases (Sergi García, Justin Robinson y Sergi Quintela).
Mrsic tiene claro que a su equipo le espera una batalla física ante el cuadro de Dusko Ivanovic, que anoche venció en la pista del Virtus Bolonia en la Euroliga para certificar su octavo puesto en la fase regular. Ese posible cansancio también quiere explotarlo el técnico breoganista, que aún no podrá contar con el pívot lituano Martynas Sajus.
El Breogán, con la tercera mejor defensa de la Liga Endesa tras Unicaja y Real Madrid, tendrá un exigente examen ante un equipo que promedia más de 87 puntos por partido y tiene en sus filas al máximo anotador de la liga, el estadounidense Markus Howard (18.8 puntos de media por encuentro).
Este partido, correspondiente a la jornada 29, comenzará a las 12:30 horas y será dirigido por los colegiados Carlos Peruga, Joaquín García González y Rubén Sánchez Mohedas. EFE
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