Nuevo México está aprovechando los ingresos fiscales generados por las ventas de marihuana recreativa para apoyar una nueva iniciativa destinada a proporcionar alivio financiero a las familias necesitadas.
El programa, que comenzó este mes, distribuye pagos mensuales a las familias en dificultad de Albuquerque, ayudándolas a construir un futuro más estable.
Antecedentes: Financiamiento del Programa a través de los Impuestos de la Marihuana
Desde la legalización de la marihuana recreativa, los impuestos provenientes de su venta se han convertido en una fuente significativa de ingresos para el estado. Ahora, Nuevo México está redistribuyendo esta riqueza a las áreas de la ciudad que más lo necesitan.
En marzo, Albuquerque lanzó un proyecto de ingreso básico por un total de $4.02 millones, con más de $2 millones provenientes directamente de los impuestos sobre las ventas de cannabis.
Cómo Funciona el Programa de Ingreso Básico
La iniciativa está proporcionando $750 mensuales a 80 familias que residen en dos distritos de Albuquerque donde los estudiantes han tenido dificultades con el bajo rendimiento académico. Además, el programa ofrece asesoría financiera a estas familias, con el objetivo de ayudarles a gestionar sus finanzas de manera más efectiva.
Este programa es parte de una tendencia más amplia en los EE. UU. en la que las ciudades están experimentando con iniciativas de ingreso básico garantizado. Estos programas suelen enfocarse en poblaciones vulnerables, como familias de bajos ingresos, madres solteras, y grupos marginados como mujeres negras y personas transgénero.
Se diferencia del concepto de ingreso básico universal, que busca proporcionar apoyo financiero a todos los ciudadanos, independientemente de su estatus socioeconómico.
Los Beneficios del Ingreso Básico Garantizado
Los defensores del ingreso básico garantizado argumentan que ayuda a las familias que enfrentan dificultades financieras a recuperar estabilidad. Las investigaciones sobre programas similares han mostrado consistentemente resultados positivos.
Los beneficiarios a menudo informan una mayor seguridad en la vivienda, una mejor salud mental, y la capacidad de buscar mejores oportunidades laborales a través de la educación o simplemente con más tiempo para buscar trabajo.
Sin embargo, el programa no está exento de detractores. Algunos legisladores, especialmente en estados como Dakota del Sur, Iowa y Idaho, han aprobado leyes que prohíben este tipo de programas, alegando que los pagos desincentivan a los beneficiarios a buscar empleo y promueven ideales socialistas.
La Visión de Albuquerque: Reducir la Brecha de Riqueza
Los funcionarios de Albuquerque enfatizan que su programa de ingreso básico está diseñado para ayudar a reducir la brecha de riqueza de la ciudad. La ciudad prioriza a las familias que han sido negativamente afectadas por la criminalización de la marihuana, incluyendo a las comunidades negra, nativa americana, asiática, isleños del Pacífico, mujeres y familias de bajos ingresos.
El alcalde Tim Keller expresó su apoyo al programa, declarando: “Este programa pone el dinero donde más se necesita, en manos de familias que luchan por construir un futuro mejor. Albuquerque es una ciudad que siempre luchará por corregir injusticias y ayudará a las familias a obtener las herramientas que necesitan para tener éxito con dignidad”.
Garantizando la Responsabilidad y el Impacto a Largo Plazo
La Concejala Klarissa Peña, quien lidera el Fondo de Equidad Cannabis y Reinversión Comunitaria de la ciudad, destacó la importancia de garantizar que el programa ofrezca beneficios reales.
“Esto no se trata solo de asignar dólares. Se trata de ofrecer beneficios tangibles a las comunidades desproporcionadamente afectadas por injusticias pasadas. Les debemos más que buenas intenciones. Les debemos resultados”.
Peña también destacó que el programa no solo se centra en proporcionar ingreso básico, sino que forma parte de un esfuerzo más amplio para lograr beneficios de salud pública a largo plazo, reducir las tasas de adicción y generar ahorros para los contribuyentes. A través de estas medidas combinadas, Albuquerque busca crear un cambio positivo duradero para sus residentes.
La iniciativa de ingreso básico de Albuquerque, financiada con los impuestos de la marihuana, representa un paso audaz para abordar la desigualdad y la inseguridad económica.
Al enfocarse en las familias necesitadas y proporcionarles apoyo financiero junto con recursos como la asesoría financiera, la ciudad está adoptando un enfoque proactivo para elevar a sus ciudadanos más vulnerables.
Aunque continúan los debates sobre la efectividad del programa, su potencial para tener un impacto positivo en las comunidades afectadas por injusticias pasadas sigue siendo un enfoque clave.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo funciona el programa de ingreso básico en Albuquerque?
El programa proporciona $750 mensuales a 80 familias en dos distritos con bajo rendimiento académico, financiado por los impuestos de la marihuana.
¿Quién es elegible para el programa de ingreso básico en Albuquerque?
El programa está dirigido a familias en distritos con estudiantes con bajo rendimiento y prioriza a las que han sido afectadas por la criminalización de la marihuana, como las comunidades negra, nativa americana, asiática, y familias de bajos ingresos.
¿Cuáles son los beneficios potenciales del ingreso básico garantizado?
Los estudios muestran que el ingreso básico garantizado mejora la seguridad en la vivienda, la salud mental y brinda más oportunidades para que las familias busquen educación y mejores empleos.