Moscú, 3 may (EFE).- Los presidentes de Rusia y Tayikistán, Vladímir Putin y Emomalí Rajmón, sostuvieron este viernes una conversación telefónica en la que buscaron limar las asperezas entre Moscú y Dusambe respecto al tema migratorio, tras denuncias del Ministerio de Exteriores tayiko sobre malos tratos a sus ciudadanos.
«Sostuvieron un intercambio pragmático y constructivo de opiniones sobre algunos temas actuales bilaterales, incluyendo la cooperación en la lucha antiterrorista y la esfera migratoria», informó el Kremlin en su canal de Telegram.
Los mandatarios acordaron «perfeccionar los mecanismos de interacción entre los correspondientes ministerios y entidades», añadió la Presidencia rusa.
«Expresaron también la seguridad que los recientes intentos de determinadas fuerzas de atizar artificialmente las tensiones en torno a los migrantes laborales que llegan a Rusia, incluyendo los tayikos, serán abortados conjuntamente y no dañarán las relaciones de hermandad de ambos pueblos», indicó el Kremlin.
El ministerio de Exteriores tayiko presentó el pasado lunes una nota de protesta al embajador ruso por «la actitud negativa» hacia sus ciudadanos que se observa en Rusia tras el atentado yihadista del 22 de marzo contra una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 145 personas.
Cerca de mil ciudadanos tayikos, muchos de ellos estudiantes, se encuentran varados en el aeropuerto moscovita de Vnúkovo, «a los que no se garantizan condiciones sanitarias adecuadas», según la Cancillería de la nación centroasiática.
Anteriormente Dusambe recomendó a sus ciudadanos que se abstuviesen de viajar a Rusia en medio de una gran cantidad de casos de rechazo infundado de la entrada a Rusia por parte de las autoridades rusas.
Millones de tayikos trabajan de manera legal o ilegal en Rusia, aunque en los últimos años su número se redujo ante el endurecimiento de la lucha contra la inmigración ilegal.
Los problemas comenzaron con el atentado yihadista del Crocus City Hall, cometido por cuatro tayikos, según la investigación, aunque el Kremlin insiste en que el auténtico organizador es Ucrania.
La Justicia rusa ordenó este sábado el arresto del sospechoso número doce de ese acto terrorista, un ciudadano de Tayikistán que carecía de permiso de trabajo en regla.
Putin considera prioritario contener el flujo de inmigrantes ilegales, para lo que propuso cambiar «radicalmente» la actual política migratoria y defendió «el principio de que solo pueden venir a vivir y trabajar en Rusia aquellos que respeten las tradiciones, el idioma, la cultura y la historia» del país.EFE
mos/pddp
