Emoción en el regreso Hespérides con pedida de mano como colofón

Comparte 😁

(Actualiza la EX1168 con más información)

Cartagena, 13 may (EFE).- La emoción de los familiares que, tras 171 días de singladura, pudieron reunirse con sus seres queridos en el regreso a su base en Cartagena del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides, ha tenido como colofón una pedida de mano entre uno de los tripulantes y su novia.

Nada hacía prever a Cristina Carrera que su novio, el cabo Antonio Marín, acabaría hincando la rodilla en tierra, como manda la tradición, portando un anillo de compromiso tras bajar por la escalerilla del buque, después de sortear un pasillo que sus compañeros acababan de formar con una rosa roja cada uno en las manos.

La novia no dudó en aceptar la petición, que ambos sellaron un beso ante el aplauso generalizado del resto de personas que habían acudido a recibir a sus familiares y amigos. Palmas, gritos de ‘Vivan los novios’ y una pancarta desplegada por parte de la dotación en la que ponía ‘Ha dicho sí’ pusieron el punto final a un acto que acabó con la novia recibiendo todas las rosas para formar un ramo.

“No me lo esperaba”, ha reconocido Cristina, que se tomó a broma el comentario sobre la petición de mano que su ahora prometido le había hecho en una de las conversaciones que mantuvieron durante la travesía del Hespérides.

Antonio, por su parte, ha explicado que llevaba tiempo organizando los preparativos a bordo, y ha dado las gracias a sus compañeros de tripulación por su colaboración, así como los que han prestado su ayuda desde tierra. Tras tres años de noviazgo, se darán el sí quiero en una fecha por determinar y, aunque el cabo Marín no cree que vuelva a servir en el ‘Hespérides’, el buque siempre será parte importante de su historia.

Mientras, se sucedían los abrazos, besos y lágrimas de emoción por el reencuentro. Sin duda, los mayores protagonistas han sido los niños, que han saltado al cuello de sus padres al verlos, y algunas mascotas –como un pomerania y un golden retriever– que aguardaban a sus dueños en el muelle.

Los tres hijos de Tomás Gabriel le esperaban con una pancarta que ponía ‘Bienvenido. 171 días sin papá’, con una foto del Hespérides y de su padre, y acompañada de una composición llamada ‘Amor de marino’ que portaba su hija.

Estefanía, la madre, explicaba que era la primera vez que Tomás Gabriel iba a la Antártida, un destino que le “llamaba la atención desde siempre a su marido”, pero que ha sido “muy duro” para la familia sobre todo por las fechas más señaladas, como la Navidad,

Todos los familiares coincidían en que destacar que han podido comunicarse con la dotación a través de ‘whatsapp’, incluso manteniendo videollamadas, y los más tecnológicos iban siguiendo la travesía del ‘Hespérides’ a través de una aplicación, lo que le ha hecho la separación más llevadera.

Precisamente, el almirante de Acción Marítima (Almart), Victoriano Gilabert, en su discurso de bienvenida al buque, ha tenido palabras dedicadas a los familiares, pues “tenemos una deuda permanente de gratitud” por su apoyo y compresión.

A los marinos del Hespérides le ha dado las gracias por cumplir la “exigente misión” encomendada “con ilusión, compromiso, entrega, espíritu de sacrificio y confianza gracias a vuestra preparación”. “Sois los mejores herederos que los marinos que han llevado el pabellón español por todos los mares”, ha destacado.

El buque, que ha llegado con cinco días de retraso por una avería que les obligó a recalar en Buenos Aires (Argentina), ha recorrido más de 23.000 millas náuticas, el equivalente a una vuelta al mundo por el Ecuador.

Comandado por el capitán de fragata Rafael Aguirre Pastor, el BIO ha contado con una dotación de 60 personas (7 de ellas mujeres), entre el 60 y el 70% de ellas veteranas, y con 37 científicos y técnicos.

A la recepción del Hespérides han asistido también altos cargos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, entre ellos la secretaria general de Investigación, Eva Ortega-Paíno.

Según Ortega-Paíno, el Ministerio de Ciencia, Investigación y Universidades está estudiando recurrir a fondos europeos para financiar la construcción del buque de investigación oceanográfica (BIO) que sustituirá al ‘Hespérides’, botado en 1991 y que ya ha superado su vida útil prevista inicialmente.

Ortega-Paíno ha explicado que el nuevo BIO costaría unos 140 millones de euros, de ahí la necesidad de buscar financiación comunitaria, y ha subrayado que, no obstante, el actual buque es sometido cada año a una puesta a punto en la que se invierten 10 millones de euros; está programada una gran revisión en próximas fechas.

De la misma opinión es el comandante del buque, quien ha recordado que el BIO pasa por un mantenimiento “exhaustivo” cada vez que regresa y está en condiciones de superar nuevas campañas antárticas.

“No sé cuántas, pero tiene vida todavía” pues el buque “está bien”, ha dicho Aguirre, quien ha desligado la edad del BIO de la avería sufrida en esta campaña, que ha llevado al Hespérides a hacer una parada prolongada en Buenos Aires, retrasando así 5 días de la fecha prevista de retorno. ”Son gajes del oficio”, ha resumido.

EFE

1012053

cgv/bc/pss

(foto)

Comparte 😁

Deja un comentario