El Gobierno de Argentina, a través de la Secretaria de Trabajo, ha convocado este jueves a los empresarios del sector de los autobuses y a la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato que agrupa a los trabajadores de la rama del transporte colectivo en Argentina, para encontrar una solución en materia salarial que evite alargar el paro que ha arrancado este jueves en la provincia de Buenos y Aires y que afecta a la normal circulación de los autobuses.
El paro comenzó a las 00.00 horas locales de Argentina, una vez que se confirmó que los empresarios se negaban a pagar la cantidad acordada, alegando que no estaban en condiciones de afrontar este pago. El salario base que exigen es de 987.000 pesos argentinos (1.063 euros).
Según ha denunciado la UTA, los empresarios «niegan lo acordado, intentando borrar con el codo lo que se escribió con la mano y ante la misma autoridad de aplicación». Era requisito previo a la jornada de este jueves que se procediera al pago total de los salarios, motivo por el cual los trabajadores se presentaron en sus puestos de trabajo.
Sin embargo, ante la negativa empresarial, el paro ha arrancado a la medianoche en Argentina y podría alargarse también durante el próximo viernes, salvo que se logre un acuerdo en la reunión tripartita entre Gobierno, sindicatos y empresarios.
El secretario de Trabajo, Julio Cordero, espera mediar entre ambas partes y que se puedan «acercar posiciones» en un momento en el que el acuerdo parece casi imposible, atendiendo a los argumentos económicos que dan los empresarios.
Desde la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte, por ejemplo, han señalado que el dinero que se espera «no va a estar nunca» porque no está incluido en la distribución de subsidios y de ingresos que reciben las empresas. «Eso no va a estar esta semana ni la que viene. Es un proceso. Por eso, no entendemos la medida de fuerza que va a afectar a muchas personas», ha lamentado su vicepresidente, Luciano Fusaro.