Viviendo sus mejores semanas en la isla de ‘Supervivientes’ desde que fue expulsada del concurso ordinario por la audiencia, Arantxa del Sol ha recibido el ‘empujón’ que necesitaba para seguir adelante en la isla y convertirse en una de las concursantes más naturales y queridas de esta edición.
Como ya se había anunciado a lo largo de la semana, Finito de Córdoba ha viajado hasta Honduras para reencontrarse con su mujer con la sola condición de encontrar una llave para poder abrir la puerta que les separaba. Encontrándose en primer con algunos de los compañeros de su mujer y con Laura Madrueño, el diestro reconocía ante la presentadora: «Yo la veo que está siendo ella, participando, entre tantas virtudes destaco que es una mujer que huye de los conflictos, eso no quita que trate de mediar». Ante la propuesta de Laura de volver el año que viene como concursante, Finito contestaba: «Me lo tengo que pensar».
Nervioso y muy emocionado, Finito se reencontraba con Arantxa protagonizando uno de los momentos más románticos y sentimentales de esta edición de ‘Supervivientes’ tras ‘rescatarla’ de una jaula en la que la concursante permanecía con los ojos cerrados. «Que guapa, ni el hambre te roba la belleza, chiquilla» le decía Finito a Arantxa mientras la abrazaba. Haciendo realidad las advertencias que venía haciendo durante toda la noche, Finito no dudaba en enviarle algunas aindirectas a su mujer: «Ya quisiera saber más de uno lo que viene ahora, pero no» y añadía «te veo picarona».
Desde plató, su hija vivía un momento tan especial con lágrimas en los ojos y orgullosa de la relación que tienen sus padres. «Yo llego a mi casa y veo a mi hermano, a mi madre y mi padre y digo qué suerte tengo de tener una familia unida, de tener unos padres que se apoyan todos los días, son lo mejor que tengo».