Paula García-Ajofrín
Bruselas, 28 abr (EFECOM).- La secretaria general de la Confederación de Sindicatos Europeos (ETUC), Esther Lynch, ha advertido, con la mirada puesta en las elecciones europeas de junio, sobre el avance de la extrema derecha y el retroceso de los derechos humanos, frente a los que aboga por la unión y el activismo de los trabajadores.
En una entrevista con EFE previa a la celebración del Primero de Mayo, Lynch ha pedido a los trabajadores de la Unión Europea (UE) que voten a las fuerzas progresistas en los comicios al Parlamento Europeo porque, defiende, «son las que van a poner el empleo, la mejora salarial y las condiciones de los trabajadores en el centro de los debates de la UE».
El avance de la extrema derecha en la Eurocámara es, no obstante, una posibilidad que apuntan las encuestas, por lo que la secretaria general del ETUC ha alertado de que «todos los derechos humanos están en peligro».
«El riesgo de la extrema derecha es que no respeta ningún derecho. Ésa es su ética», ha asegurado y ha recordado que «las encuestas no ganan elecciones, los votos sí», por lo que los retos actuales «se resuelven mejor votando a candidatos y partidos que antepongan realmente a los trabajadores y sus intereses».
Entre los principales desafíos de la próxima legislatura se sitúan, además de las demandas tradicionales de los sindicatos -como la mejora salarial, los trabajos de calidad o la conciliación con la vida personal-, nuevos retos, como el uso de la inteligencia artificial y las transiciones verde y digital.
Por ello, ha pedido unión y activismo a los trabajadores de todos los sectores y regiones para «presionar por el tipo de leyes que necesitan».
En esta línea, la sindicalista irlandesa ha criticado la dirección de la política monetaria que, en los dos últimos años, ha adoptado el Banco Central Europeo (BCE), con una subida de tipos de interés -hasta el 4,5 %- para combatir la elevada inflación. Subidas del precio del dinero que, para los sindicatos europeos, «nunca fueron una solución».
«El BCE se equivocó al subir las tasas tan rápido, de la manera y en la cantidad en que lo hizo», según Lynch, que ha defendido que el aumento de la inflación se debió a un incremento de los precios de la energía y a las empresas «aprovechándose» de la situación.
A su juicio, «el BCE y todos los responsables políticos tienen que empezar a prestar atención al tipo de problemas que tiene la gente trabajadora y tienen que aportar soluciones reales a esos problemas».
Aunque se espera que el BCE comience a bajar los tipos de interés en junio, Lynch ha considerado que el daño a los trabajadores ya está hecho, ya que los altos precios tardarán en bajar, en caso de hacerlo.
Por ello, ha recordado que la lucha por el aumento del salario mínimo ha sido el denominador común de las reivindicaciones de los diferentes sindicatos en los países de la Unión para hacer frente al alto coste de la vida, ya que consideraban que, en muchos Estados miembros, «no era adecuado».
«Ahí es donde está ahora la lucha, en impulsar los salarios mínimos al alza para que realmente ofrezcan a los trabajadores la posibilidad de tener una vida digna, para que puedan llegar a fin de mes y para que se les pague lo justo», ha recalcado.
En sus demandas, los sindicatos tampoco se olvidan de los jóvenes, que, según el último dato de Eurostat, afrontan una tasa de desempleo del 14,8 % en la UE -y en países como España, del 28,2 %-, por lo que Lynch ha pedido erradicar las prácticas no remuneradas, garantizar el acceso a la formación y terminar con la discriminación en los procesos de selección por cuestión de género, raza u orientación sexual.
Para conseguir estos cambios, Lynch ha apostado por la lucha colectiva y la sindicalización que es, ha dicho, en lo que consiste el Día Internacional del Trabajo: celebrar la unión de los trabajadores.
«Sabemos que unidos es cómo ganaremos. Ganamos en el pasado y así es como lo haremos en el futuro», ha concluido. EFECOM
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