Las autoridades locales de Ucrania han denunciado este domingo una nueva ola de ataques rusos contra su infraestructura energética que se han traducido en impactos contra instalaciones del sur del país y del oeste, en la región de Leópolis.
Concretamente las fuerzas rusas han alcanzado una subestación de Odesa, en el sur, que ha dejado temporalmente sin electricidad a 170.000 residentes de la tercera ciudad más grande del país, según la operadora DTEK.
En Leópolis ha tenido lugar otro ataque contra «infraestructuras críticas», entre ellas un edificio administrativo, que se ha saldado con la muerte de una persona, según el responsable regional Maksim Kozitski.
En términos generales, el Ejército de Ucrania ha informado del derribo de 9 de 14 misiles crucero destinados contra su territorio y nueve de once aviones no tripulados, un día después de que el presidente del país, Volodimir Zelenski, pidiera a los aliados de Ucrania más equipos de defensa aérea para protegerse de esta clase de ataques.
En este sentido, el ministro de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, ha anunciado este domingo que su país proporcionará en próximas fechas más vehículos acorazados a Ucrania para facilitar el desplazamiento de tropas por el frente y misiles antiaéreos del tipo Aster para impedir ataques rusos.
Según declaraciones recogidas por el diario francés ‘La Tribune’, el ministro espera que estos «cientos» de vehículos acorazados lleguen a Ucrania a finales de este año o principios del siguiente, sin dar fecha sobre la llegada de los misiles.
Por su parte, Rusia ha denunciado en las últimas horas nuevos ataques ucranianos contra la región de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, donde ha derribado esta pasada madrugada una decena de misiles ucranianos, si bien no ha podido evitar que un avión no tripulado de Ucrania arrojara tres explosivos sobre la población de Bogun-Godorok, sin víctimas que lamentar, según el gobernador regional, Viacheslav Gladkov, en un mensaje publicado en su cuenta de Telegram.