El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha asegurado este lunes haber abatido a 8.280 militares rusos durante la pasada semana, en medio de un repunte de los enfrentamientos entre ambos ejércitos como consecuencia de la nueva ofensiva de Moscú sobre la región norte de la provincia de Járkov.
«Durante el transcurso de la semana, las pérdidas estimadas del enemigo ascendieron a 8.280 en lo que se refiere a personal», ha contado el portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Dimitro Lijova, quien ha cifrado en más de 200 los tanques y vehículos blindados de los rusos destruidos.
Estas cifras se producen en medio de un contexto de aumento de los combates con respecto a semanas anteriores, explica Lijova. «En total, han tenido lugar más de 850 enfrentamientos», apunta en declaraciones a agencias de noticias ucranianas.
«El enemigo ha lanzado 38 misiles y más de 670 ataques aéreos, más de 810 ataques con sistemas de lanzamiento de cohetes contra posiciones de nuestras tropas, edificios residenciales y objetivos de infraestructura civil», ha contado.
Lijova ha señalado que los rusos siguen concentrando sus ataques sobre los frentes de Kupiansk, Limansk, Kramatorsk, Kurájivka, Orejov, Pokrovsk, Dniéper, y sobre todo Járkov, en donde se han registrado al menos 80 ataques.
Ha sido en el frente de Járkov, en donde las tropas rusas han perdido a al menos a 1.570 de sus hombres, una veintena de vehículos blindados, sistemas de artillería y de defensa aéreas, así como unos 75 vehículos aéreos no tripulados, enumera.
A medida que avanza la ofensiva rusa, Ucrania ha alertado de las peligrosas consecuencias que tendría que la ciudad de Járkov, situada a unos 30 kilómetros de la frontera y de gran importancia estratégica, cayera en manos del Kremlin, que ya se ha hecho con el control de varias localidades, entre ellas Vovchansk.