Tras el emotivo pregón que dio en la gran fiesta del colectivo LGTBI en Torremolinos, Toñi Moreno se dejaba ver este fin de semana en Mérida para disfrutar junto a los padrinos de su hija Lola del concierto de Isabel Pantoja.
Hablábamos con ella sobre su discurso y nos confesaba que «nunca me he sentido referente de nadie porque como digo en mi discurso yo nunca he salido del armario a mí me echaron a patadas» y nos explicaba que lo único que desea es que «mi hija viva con una libertad que yo no he tenido, libertad de mente porque yo siempre me he sentido aceptada por todo mi entorno, pero quiero que sea más libre que yo».
Precisamente fue tan emotivo porque «quería que fuese comprometido con lo que yo siento, no ha habido ningún tema que haya pasado por puntillas» por eso opina que «a quien le guste bien y a quien no lo siento en el alma, conté mi historia personal, cada uno de nosotros tenemos la nuestra y luego he hablado de los temas que a mí me parecen que hay que hablar».
También le preguntamos por sus amigas, María Del Monte e Inmaculada Casal, y solamente tenía buenas palabras hacia ellas: «Son amigas mías, yo presento un programa y no doy ninguna información sobre ellas, pero la que habla más con ellas».
Tras la última decisión judicial, Toñi nos aseguraba que «están mal, cómo van a estar, están muy bien rodeadas, han pasado un año muy duros, las últimas decisiones judiciales pues a ver, intentan que esto no les condicionen la vida, están viajando mucho, comiendo en sitios ricos, están intentando ser felices y muy arropadísimas».
Por último, la presentadora de televisión nos comentaba que «adoro a María y a Inma, la madrina de mi niña es Fabi, pero la artística es maría que cada vez que la ve cantando en el colegio dice ‘esto es mío’, María es familia».