Desde que la pareja se diera el ‘sí, quiero’, hemos visto cómo disfrutaban de planes conjuntos tanto en España como en el extranjero. En los últimos meses han organizado sus agendas para aprovechar las horas libres y fortalecer su relación. Ahora que el empresario se encuentra inmerso en los preparativos de su restaurante, la marquesa de Griñón, como no podía ser de otra manera, ha querido estar muy presente.
Mostrándole su apoyo, siendo su fan incondicional, acudía al restaurante del que es propietario Íñigo Onieva de lo más sonriente. Se bajaba del coche conducido por el chófer de su madre y entraba rápidamente al local, visiblemente entusiasmada de ver, con sus propios ojos, cómo se encuentra el restaurante.
Tras unas horas en el interior, Tamara Falcó salía del local y dedicaba unas sonrisas a la prensa pero guardando el secreto sobre cómo había visto el restaurante. Tampoco desvelaba si había podido probar algunos de los platos que formarán parte del menú de Casa Salesas.
Un repartidor llegaba a la entrada del restaurante con numerosas cajas que contenían envases de cartón para alimentos y otros productos necesarios para la inauguración del local. Una persona del equipo se encargaba de firmar los albaranes y confirmar la entrega del pedido antes de ordenar que se entraran las cajas al interior.
Varias horas más tarde, cuando ya se había ido el sol en la capital, Íñigo Onieva atendía amablemente a los periodistas a la salida del restaurante. Desvelaba que la visita de Tamara Falcó había sido un éxito pero sin dar muchos detalles: «Todo bien, todos muy contentos, muchas gracias». El marido de la marquesa del Griñón salía del local donde se ultiman los detalles para su apertura y se alegraba al conocer que los reporteros le agradecían que hubiera tenido el gesto de invitarles a almorzar. Además, los periodistas destacaban lo buena que estaba la comida, a lo que Onieva reacciona diciendo: «Espero que os haya gustado…. Me alegro, me alegro de que os gustara».