Gran Hermano es actualmente, sin duda, el programa con más éxito de la televisión. Con mucha audiencia en redes sociales y también televisiva, el ciclo de Telefe conquistó a los espectadores y cuenta con más de 20 puntos de rating noche tras noche. Como todo programa que tiene mucha visibilidad y popularidad, el mismo genera opiniones cruzadas sobre todos los temas que lo rodean, desde la participación de cada uno de los jugadores pasando por las decisiones de la producción, y hasta la manera de conducir de Santiago del Moro.
Lo mismo sucede con los demás programas de televisión que hacen eco del reality y, de igual manera, dan su opinión en general, ya sea afirmativa o negativa. En ese sentido, este miércoles el conductor se cansó de las críticas y al aire del ciclo analizó varios puntos. “Este es un programa muy costoso, porque la casa en la que viven los chicos es un estudio de televisión que no para nunca, en el que trabajan técnicos y productores durante toda la semana en distintos turnos”, comenzó diciendo del Moro.
“Gasta mucho pero recauda mucho también y a raíz de este, se pueden financiar otros programas y un montón de gente que trabaja en este canal, y en otros también que viven de este programa”, comentó tajante y apuntando a aquellos que lo critican.
Por su parte, el conductor sumó: “Está bueno que pase un éxito como este y creo que nos critican porque mide 20 puntos. Si midiera siete u ocho nos criticarían porque hacemos poco pero es un fenómeno que se hace con personas que trabajamos de esto, hacemos lo que nos sale. La podemos pifiar pero lo hacemos de corazón”.
Hace unas semanas, Santiago ingresó a la casa para cenar con los participantes
Además, hizo alusión a aquellos que cuestionan su conducción: “No lo digo por mí, porque yo me voy a ir de este programa también en algún momento y vendrá otro conductor (espero que sea en muchos años) pero me molesta que se demoniza a este programa porque sí”.
Por último, el periodista le dedicó unas palabras a sus colegas: “Yo entiendo el juego como nadie pero hay que respetar mucho más porque lo hacemos personas y no lo digo por mí, sino por compañeros que laburan por mucho más de lo que se les paga”, concluyó.
Una gala con múltiples sanciones
La gala del miércoles dejó mucha tela para cortar. Al principio, Santiago del Moro reveló que se había hecho una jugada que podría cambiar el destino de la casa. “Hay una de ustedes que está fulminada”, anticipó el conductor no bien comenzó el programa. ¿Alguien se autopercibe fulminada?”, preguntó. Cata levantó la mano sin dudar y su intuición no le falló. “¡Qué básicos que son!”, analizó la pediatra, mientras la cámara ponchaba a Furia. Pero en este caso, del Moro no dio precisiones sobre quién había emitido el voto, que finalmente hizo Emanuel.
Enseguida mostraron una serie de conversaciones que podían anticipar lo que finalmente ocurrió. El paso de los hermanitos por el confesionario estuvo marcado por diversos escenarios de complot, que finalmente fueron comprobados. Una vez que la producción tomó cartas en el asunto, la placa quedó conformada por Catalina, Emmanuel, Furia, Manzana, Federico, Florencia y Virginia. Pero esto no va a quedar así. Bautista y el Chino, como ganadores de la prueba semanal, deberán subir cada uno a un compañero a la placa y ponerse de acuerdo para bajar a otro, con la salvedad de que no puede ser Catalina ya que fue fulminada.