Rocío Tovar, madre de acogida desde hace 13 años, ha señalado sobre el acogimiento familiar en una entrevista con Europa Press que las despedidas «siempre son duras» y que, «inevitablemente, el ser humano se vincula».
«Las despedidas son duras, siempre son duras, porque al final tú los traes y, aunque sabes que no son tuyos y se van a ir, inevitablemente el ser humano se vincula», asegura con motivo del Día Internacional del Acogimiento Familiar, que se celebra este viernes 31 de mayo.
Rocío actualmente realiza el acogimiento familiar temporal, cuando la Administración considera que hay una previsión de retorno; el acogimiento familiar permanente, cuando al finalizar el plazo de dos años de acogimiento temporal no es posible la reintegración familiar; y el acogimiento familiar de urgencia, dirigido a menores de seis años, mientras se decide la medida de protección familiar que corresponda.
«Tu mente tiene que estar abierta a traerte a un niño a tu vida como si fuera un hijo», indica sobre su experiencia en el acogimiento familiar. En concreto, explica que es madre de cuatro niños. La primera niña, que acogió con 16 meses y que ahora tiene 14 años; el segundo, biológico, de 10 años; un hijo de acogida de urgencia, que ha pasado a permanente y que tiene 16 meses; y, una niña de vacaciones y fines de semana de 12 años que se encuentra en una residencia de menores.
Además, cuenta que existen «muy pocas» familias de acogida de urgencia y que ella está «muy metida» en la importancia de esta modalidad de acogimiento. «Es como cuando tú conoces algo y sabes lo importante que es que los niños que nacen tengan un contacto humano y un calor materno en sus primeros meses de vida», asegura para añadir que «es todo un reto» porque al final se tienen que «desvincular» de niños que han tenido «pegados» a su piel.
«El niño necesita que haya unos brazos que solo le agarren a él o una mirada que solo le mire a él. Porque al fin y al cabo lo que somos en la vida es por donde nos hemos criado, en la base. Y que si estos niños no tienen una familia que se implique, que le dé esa seguridad, al final no vamos a tener una sociedad de niños sanos. Y, de alguna manera, esa responsabilidad es de todos», concluye Rocío.
UN TOTAL DE 17.061 NIÑOS Y ADOLESCENTES CRECEN EN CENTROS
Según los últimos datos del año 2022, publicados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el mes de diciembre de 2023, el número de niños y adolescentes que crecen en centros, aumentó un 6% y alcanzó los 17.061.
También reflejan que en el año 2022 disminuyeron en un 4% los ofrecimientos en familia extensa (1.356), que permite la preservación de la familia, y aumentaron en familia ajena en un 11% (1.348), que se produce por inexistencia de parientes interesados en su constitución o por falta de idoneidad.
En esta línea, los datos muestran que en España hay 1.086 menores de seis años creciendo en centros. En este sentido destaca Cataluña con 263 (24%), de los que 167 son bebés menores de tres años, Andalucía con 172 (16%) y Madrid con 118 (11%).
Por su parte, la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF) y la Coordinadora de Asociaciones de Adopción y Acogimiento (CORA) han instado a todas las comunidades autónomas a revisar sus prácticas en los pasos de acogimiento familiar temporal a acogimiento permanente o adopción, «para asegurar que se prioriza el bienestar y las necesidades de los menores sobre los protocolos administrativos».
En este sentido, las asociaciones de familias han alertado de que en algunas comunidades autónomas una Ley de Infancia «obsoleta» o una «mala interpretación» de la misma puede provocar una «grave vulneración». «Es el caso de la mayoría de comunidades autónomas donde el sistema de protección es muy rígido y antepone los protocolos administrativos a las necesidades e Interés Superior del Niño, al no permitir que la familia de acogida pueda pasar a ser adoptante, ya que se prioriza a aquellas personas o familias en lista de espera de adopción», han destacado.
PIDEN QUE SE ESTUDIEN LOS CASOS ANTES DE FORMALIZAR UNA MEDIDA
Por ello, han solicitado a los responsables de infancia que se estudie cada caso a la hora de formalizar una medida de protección definitiva para un niño bajo tutela administrativa, de forma que su establecimiento no se realice «de manera automática» por la entidad pública.
La presidenta de ASEAF, Helena Escalada, ha denunciado que «todavía hay comunidades autónomas que establecen compartimentos estancos entre el acogimiento y la adopción». «Si eres familia de acogida, no puedes ser adoptante, lo que es una barbaridad. De esta manera hacen que los niños y niñas pasen de sus familias de acogida temporales, a una nueva familia, sin tener en cuenta el tiempo transcurrido, la calidad del vínculo establecido y su adaptación provocando en el niño o la niña la vivencia de un nuevo abandono, con las devastadoras consecuencias que esto tiene para su desarrollo neurológico y emocional», ha señalado.