El ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Cameron, ha reclamado este martes a Israel una «explicación completa y transparente» por la muerte de siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK), uno de ello con ciudadanía británica, después de repartir alimentos en la Franja de Gaza.
Cameron ha calificado la noticia de estas muertes a manos del Ejército de Israel como «profundamente angustiosa» ya que «se trata de personas que trabajaban para proporcionar ayuda vital a quienes la necesitan desesperadamente».
«Es esencial que los trabajadores humanitarios estén protegidos y puedan llevar a cabo su trabajo. Hemos pedido a Israel que investigue inmediatamente y ofrezca una explicación completa y transparente de lo ocurrido», ha explicado Cameron.
Anteriormente, en declaraciones a la BBC, la ministra de Educación, Gillian Keegan, ha señalado que el Gobierno británico se encuentra «muy, muy preocupado» y que a lo largo del conflicto ha instado a Israel «a hacer más para proteger a los civiles», pero al mismo tiempo permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Asimismo, ha lamentado que estos hechos hayan provocado que la organización fundada por el cocinero español José Andrés suspenda sus operaciones en la Franja de Gaza. «Una de las claves es intentar que llegue más ayuda a Gaza, así que (…) obviamente es muy preocupante», ha dicho.
Además del ciudadano británico entre los muertos hay personas de nacionalidad polaca y australiana, dos con la doble nacionalidad estadounidense y canadiense, y un palestino, según ha confirmado WCK, que ha calificado lo ocurrido de «imperdonable».
Australia, a través de su primer ministro, Anthony Albanese, ha pedido explicaciones al Gobierno de Israel y ha exigido una «plena rendición de cuentas, al igual que la Casa Blanca que ha reclamado una «rápida investigación».
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia ha informado a través de un portavoz que han exigido explicaciones tanto a las fuerzas de seguridad y el Ejército de Israel como a la Embajada en Varsovia.
WCK ha explicado que uno de sus vehículos ha sido atacado en la noche del lunes por el Ejército de Israel a su paso por Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, tras al salir de un almacén en el que habían descargado 100 toneladas de alimentos, en un desplazamiento coordinado con las autoridades israelíes.
«No es sólo un ataque contra WCK, es contra las organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más terribles, en las que los alimentos se utilizan como arma de guerra», ha denunciado su directora ejecutiva, Erin Gore.
Los trabajadores de World Central Kitchen se encontraban en el enclave palestino en plena misión humanitaria, en colaboración con la ONG Open Arms, para establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y Gaza y sortear así las enormes trabas impuestas por Israel para la entrega de ayuda por vía terrestre.