Maximiliano fue capturado y fusilado en Querétaro. (Foto: AGN)
Uno de los capítulos más recordados en la historia de México, sin duda alguna, fue el Segundo Imperio Mexicano, mismo que estuvo encabezado por el emperador Maximiliano de Habsburgo, algo que no terminó muy bien para el archiduque austriaco y dos de sus generales conservadores: Miguel Miramón y Tomás Mejía.
Y es que luego de tres años de la llegada de Maximiliano y severas complicaciones en su gobierno, por temas económicos y porque quienes lo apoyaron para venir a gobernar México le dieron la espalda, pues notaron que tenía ideas muy liberales, fueron fusilados. Cabe destacar que quienes lo apoyaron para venir eran sectores consevadores y el clero.
Tras ser capturado en Querétaro, Maximiliano fue fusilado junto con sus generales conservadores, el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas, un lugar emblemático que en la actualidad alberga uno de los lugares más importantes del estado.
¿Qué hay actualmente en el Cerro de las Campanas, lugar en el que fue fusilado Maximiliano de Habsburgo?
El Cerro de las Campanas, ubicado en Querétaro, es un lugar de gran relevancia histórica para México. Este sitio es reconocido como el lugar de fusilamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo y de los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, evento que tuvo lugar el 19 de junio de 1867. Este suceso marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano y consolidó el triunfo de la República encabezada por Benito Juárez.
En la actualidad, en el Cerro de las Campanas se encuentra la Universidad Autónoma de Querétaro. (foto: Twitter / @ibarradz)
En 1900, el gobierno de Austria, como tributo a Maximiliano, mandó edificar una capilla en el lugar de los hechos. En el interior de la capilla se encuentra una cruz de madera elaborada con parte del barco que trajo al emperador a México, añadiendo un elemento significativo y personal a la memoria histórica del lugar.
Durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, en 1967, se erigió una monumental estatua del presidente Benito Juárez. Esta estatua, de 13 metros de alto, rinde homenaje al líder republicano y a su papel crucial en la historia de México.
El nombre “Cerro de las Campanas” proviene de una leyenda local. Según la leyenda, en el cerro hay unas piedras que, al ser golpeadas, emiten un sonido similar al de campanas. Este fenómeno se debe a la aleación de bronce, plata, cobre y antimonio que compone estas piedras, creando un eco casi mágico que ha fascinado a visitantes por generaciones.
Actualmente, el Cerro de las Campanas es sede de la Universidad Autónoma de Querétaro y está clasificado como Parque Nacional. Este estatus ha permitido que el lugar se convierta en un espacio de recreación y esparcimiento para locales y turistas. Además, se ofrecen visitas guiadas que relatan la rica historia del cerro y su importancia en la historia de México, haciendo de este un destino imprescindible para quienes buscan conocer más sobre el pasado del país.
Maximiliano duró en el poder tres años.
También puede encontrarse el Museo del Cerro de las Campanas, mismo que abrió sus puertas el mes de agosto del 2003. En ese momento era denominado Museo La Magia del Pasado. Se encuentra del lado poniente del Cerro de las Campanas.
El Museo cuenta con cinco salas que explican de manera sucinta, las diferentes etapas por las que ha transitado la historia de Querétaro y de México, abarcando cinco siglos. También cuenta con nueve interactivos que hacen de la visita una experiencia lúdica. En el año 2015 se le cambió el nomobre a Museo del Cerro de las Campanas.