Moscú, 6 may (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, elogió este lunes la labor del Gobierno en medio de unas sanciones sin precedentes contra el país por la guerra en Ucrania, durante una reunión que precedió a su investidura para un quinto mandato y la consiguiente destitución del Ejecutivo.
«El sinfín de sanciones a las que nos enfrentamos tenían un objetivo y ustedes lo conocen bien: destruir a Rusia desde dentro. Y no sólo política, sino, sobre todo, económicamente», dijo el líder ruso a los miembros del Ejecutivo, encabezado por el primer ministro, Mijaíl Mishustin.
Putin tachó las sanciones occidentales de una «agresión económica» contra el país y aseguró que «los oponentes de Rusia no lograron nada».
«Querían crear problemas en los colectivos laborales, provocar un desempleo masivo en el país, obligar a cerrar empresas e industrias completas, (…) pero el resultado fue exactamente el contrario», aseguró.
El líder ruso agregó que por lo general, los resultados de trabajo del Gobierno saliente fueron satisfactorios.
«Lo que se hizo es una buena base para el futuro», dijo a los ministros y recordó que todas las acciones del Ejecutivo en ese «tiempo histórico» tienen un alto valor.
Mishustin, por su parte, agradeció al líder ruso la confianza y aseguró que las sanciones y otros desafíos, como la pandemia del coronavirus, contribuyeron a la movilización de su Ejecutivo.
Putin asumirá mañana su quinto mandato al frente de Rusia durante una ceremonia en el Salón de San Andrés del Kremlin.
Tras la ceremonia, todo el Gobierno depondrá sus poderes a la espera de la confirmación de los ministros y el jefe del Ejecutivo en el cargo para un nuevo mandato o su sustitución por nuevos funcionarios.
Según todos los pronósticos, la mayoría de los ministros, así como el jefe del Ejecutivo, conservarán sus puestos en el nuevo Gobierno ruso, cuya composición se conocerá en la semana posterior a la investidura de Putin.