Madrid, 13 may (EFE).- El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no ha descartado este lunes un sabotaje en el servicio de Rodalies (cercanías) en Cataluña, y ha denunciado que las incidencias en esta comunidad son «anormalmente altas».
También ha anunciado el traslado de los hechos por parte del gestor y propietario de la infraestructura, Adif, ante la Justicia y los Mossos d’Escuadra para que realicen las investigaciones oportunas y la puesta en marcha de un plan de transporte alternativo por parte de Renfe.
En una comparecencia ante los medios en la sede del ministerio en Madrid, Puente ha dicho que la explicación de estas incidencias puede estar «en el ámbito de la seguridad, de la contestación a quien está gestionando el servicio, que es una locura, porque se hace daño a la ciudadanía. No lo aseguro, pero quiero ponerlo encima de la mesa». En todo caso «muy casual no era».
«Yo no afirmo que haya sabotaje, pero no lo puedo descartar», ha añadido el ministro, a quien le ha sorprendido que ayer «los Mossos sin haber entrado en los túneles, ya tenían su conclusión y descartaron el sabotaje».
También ha asegurado que ayer el Gobierno -él mismo y el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska- informaron a los consejeros de Transporte e Interior de la Generalitat y «pese a que tenían un conocimiento detallado, a media mañana hicieron declaraciones situando la responsabilidad en Renfe y Adif».
A su juicio, ni Renfe ni Adif tienen responsabilidad en la gestión de la seguridad, sino que esta función corresponde a la policía autonómica, los Mossos D’Escuadra.
Sin decirlo expresamente, ha descartado que el objeto del ataque fuera el robo de cable, porque según su argumentación, la operación para llegar al lugar tenía cierto peligro «para robar 40 metros de cable» que, según su información, puede costar en el mercado negro un máximo de 400-500 euros.
También ha dejado ver que no fue casualidad que se robara una toma de tierra que, de haberse mantenido en su sitio, hubiera absorbido el exceso de tensión que se produjo en la red por colocar parte del cable extraído encima de una señal que da servicio a centros nodales de Rodalies y que provocó la paralización del servicio.
«Podemos asegurar que no es un cúmulo de circunstancias casuales», ha dicho.
Puente ha defendido que las infraestucturas «no pueden ser un caballo de batalla político».
«Esto no lo va a resolver el traspaso de competencias» ha dicho el ministro, «salvo que se relacione que no se ha hecho la transferencia y que se produzcan estos incidentes».
Adif está trabajando para reponer las instalaciones dañadas aunque los trabajos no estarán completados antes de dos meses, por lo que Renfe dispondrá un plan transporte alternativo de urgencia para estos días que empezará a funcionar a partir de mañana.
El plan costará a Renfe en torno a cinco millones de euros, cantidad a la que hay que sumar otros cinco millones de lucro cesante. A esas cifras hay que añadir el coste del material necesario, con lo que en total el impacto será de unos 15 millones, según ha explicado el titular de Transportes.
Los datos apuntan a que en Cataluña hay un exceso de incidencias «llamativamente alto», y si Rodalies rebajara sus incidencias a niveles del resto «tendríamos mejor servicios», según Puente.
En concreto en cercanías y servicios convencionales, entre 2019 y el 31 de marzo pasado hubo 11.151 incidencias, que fueron ajenas a Renfe y Adif y entrañan consecuencias para los viajeros.
De ellas más de la mitad (5.805) se produjeron en Cataluña y solo en Barcelona hubo 3.621 incidencias. Son 2,8 veces más que las que se computaron en Madrid (1.274), que además tiene más tráfico.
En tercera posición se sitúa Tarragona (1.116 incidencias) y en cuarta, Girona, con 947. Es decir, de los cuatro primeros puestos tres son catalanes, ha destacado el ministro.
En ese periodo se registraron 5.887 incidentes que afectan a la seguridad en alta velocidad, más de tres al día, y de ellos, 1.664 se produjeron en Barcelona, dos veces más que en Madrid, cuando el tráfico de alta velocidad en la capital del país es exponencialmente más alto que el de Barcelona.
En la categoría de delitos contra las personas (agresiones a personal del tren o viajeros, que afectan a la circulación porque a veces obligan a detener los trenes) hubo 7.585, de los que el 58,2 % fueron en Rodalies, 4,2 veces más que en Madrid.
Y los apedreamientos de trenes sumaron 1.191 casos en toda España, de los que 512 se produjeron en Cataluña, y de ellos 418 en Barcelona, frente a 270 en Madrid. EFE
eb/may