Ten Hag, uno de los señalados en el Manchester United (AP) (Ian Walton/)
Tras el final de temporada, y en medio de opiniones divididas por parte de los fanáticos, el Manchester United cerró una campaña con diversos altibajos. Por un lado terminó octavo en la Premier League, sin chances de jugar por competencias europeas, pero por el otro finalizó con la conquista de un nuevo título, la FA Cup tras vencer a su clásico rival, el Manchester City en Wembley.
Un presente que tiene en el ojo de la tormenta a Erik Ten Hag, el entrenador neerlandés que llegó con el objetivo de devolver al club a lo más alto. Nadie en el viejo continente puso en dudas su capacidad, sin embargo, el periódico The Telegraph detalló en un extenso artículo cómo fue su paso por la institución desde su llegada en medio de un clima hostil hasta su último logro.
Desde que Erik ten Hag asumió el timón del Manchester United, su travesía ha sido una saga repleta de giros inesperados, especulaciones fervientes y una serie de desafíos que han puesto a prueba su temple y determinación. Su arribo al club fue recibido con expectativas altas, especialmente después de haber levantado la Copa FA en un momento de gloria que parecía prometer un futuro brillante. Sin embargo, pronto surgieron nubarrones en el horizonte, oscureciendo la estabilidad aparente del equipo.
Tras un primer año convulso, en el que su relación con Cristiano Ronaldo se puso en tela de juicio, el medio británico reveló que habían comenzado conversaciones con otros entrenadores, incluidos Thomas Frank y Kieran McKenna, lo que insinuaba una falta de confianza por parte de la directiva en el liderazgo de Ten Hag, sembrando así las semillas de la incertidumbre en el seno del club, las cuales se extendieron hasta finales del último curso, en donde revelaron que se continuaba evaluando su despido pese a haber conquistado el título frente al City.
A medida que avanzaba la temporada, las aguas se agitaron aún más, alimentando las especulaciones sobre su destitución y la búsqueda de un reemplazo que pudiera calmar las turbulentas corrientes que amenazaban con arrastrar al equipo a la deriva.
Los desafíos de Ten Hag no se limitaban solo al terreno táctico; también enfrentaba disputas entre jugadores que amenazaban con desestabilizar el vestuario. Las tensiones entre estrellas del equipo, cuyos egos y ambiciones a menudo chocaban en el campo de juego, requerían una mano firme y diplomática para mantener la armonía y la cohesión del grupo. En esa línea, The Telegraph afirmó que la habilidad de Ten Hag para mediar en estas disputas y fomentar un ambiente de camaradería y respeto mutuo fue crucial para mantener la unidad del equipo en medio de las tormentas que se avecinaban.
El Manchester United conquistó un título en medio de una temporada para el olvido (Reuters) (Hannah McKay/)
A pesar de cerrar una primera temporada en la que no fueron capaces de levantar ningún título, el Manchester United optó por mantener a Ten Hag en el timón, aunque la decisión no estuvo exenta de controversias y tensiones internas. La falta de un respaldo público sólido dejó al entrenador navegando en aguas desconocidas, con la sombra de la duda acechando en cada esquina y los murmullos de un posible cambio de mando resonando en los pasillos del club.
La presencia constante de potenciales sucesores, desde José Mourinho hasta nombres más recientes como Julian Nagelsmann o Tuchel, mantuvo a Ten Hag en una posición precaria, con la presión aumentando con cada resultado decepcionante y cada revés en el terreno de juego. Los rumores sobre una posible adquisición por parte de nuevos propietarios, como Sir Jim Ratcliffe y su equipo de Ineos, añadieron un elemento adicional de incertidumbre a la ya volátil situación. El hecho de que pudiera hacer relucir a jóvenes talentos como Alejandro Garnacho y Kobbie Mainoo apaciguaron el descontento general hacia el neerlandés por los resultados dispares.
En medio de todos los factores extra que rodeaban al equipo y su preparación futbolística, Ten Hag se vio obligado a lidiar con reuniones secretas y especulaciones persistentes sobre su futuro en el club. La falta de transparencia por parte de la directiva sólo aumentó la sensación de inestabilidad y desconfianza que rodeaba al equipo, dejando al entrenador holandés enfrentándose a la tempestad sin la certeza de un puerto seguro al que dirigirse.
Al mismo tiempo, el técnico también tomó el mando de las cuestiones extradeportivas, al punto de prohibir a cuatro medios de comunicación “por no darle al United el derecho de respuesta a historias que alegaban que había disturbios en el vestuario”, sobre todo cuando surgieron los informes sobre enfrentamientos con Jadon Sancho (quien finalmente abandonó la institución), repetidas reprimendas que tuvo que darle a Marcus Rashford y las tensas relaciones al principio de la campaña con Raphael Varane.
El entrenador seguirá en el cargo pero con la incertidumbre latente (Reuters) (Andrew Couldridge/)
Sin embargo, la ayuda inesperada llegó en el momento más oscuro. El United necesitaba alzarse con la victoria frente al Manchester City en la final de la FA Cup y se utilizaron distintos recursos para motivar a un equipo cabizbajo. Y funcionó. The Telegraph informó que “cuando el equipo llegó al hotel Marriott en Mayfair de Londres, en sus habitaciones encontraron una carta escrita por sus parejas o seres queridos sobre la cama. Luego, cada uno recibió un vídeo en su teléfono vía WhatsApp con más mensajes de buena voluntad”.
Al mismo tiempo también transmitieron un video que tuvo un efecto particularmente conmovedor. En él aparecía una mujer, miembro del equipo de seguridad de United, “que había trabajado anteriormente para el ejército británico y cuya historia había conmovido a Ten Hag” al revivir una historia de superación en Afganistán.
Por último, en forma de una intervención cinematográfica durante una reunión previa a un partido crucial, se proyectó el discurso épico de Al Pacino en la película “Any Given Sunday”, el cual sirvió como catalizador para unir al equipo y avivar el espíritu de lucha que los llevaría a superar las adversidades con valentía y determinación.
Si bien el equipo pudo cerrar una temporada para el olvido con un título que los impulsa a soñar, el entrenador quedó en el foco por otro tema particular: los fichajes. Según detalló el medio británico, él fue quien tomó las decisiones con respecto a los refuerzos, los cuales no terminaron de convencer a la afición. “Ninguna organización seria, por ejemplo, habría permitido a un entrenador insistir en perseguir durante 14 semanas a Frenkie de Jong (Barcelona). Si se hubiera utilizado ese tiempo de otra forma, el United tal vez no habría entrado en pánico en agosto al gastar 75 millones de euros en un Casemiro de 30 años, un jugador al que quizá les cueste cambiar este verano”. A ese nombre se le sumó el de Antony, quien nunca pudo demostrar su valía. “De no haber sido por ese grotesco gasto excesivo, el United podría haber tenido los fondos para ofertar por Harry Kane el verano pasado”, sentenció The Telegraph.
Pese a ello, a lo largo de la temporada, Ten Hag demostró ser un capitán intrépido, capaz de mantener la cohesión del equipo incluso en los momentos más difíciles, sabiendo gestionar los egos en un vestuario repleto de figuras. Su compromiso con el desarrollo de jóvenes talentos, combinado con su habilidad para liderar situaciones complicadas dentro y fuera del campo, finalmente le valió el respaldo continuo del Manchester United y el respeto de la afición.
“Después de meses de incertidumbre sobre su futuro, se le ha dado otra oportunidad de demostrar su valor. El tiempo dirá si se trata de un matrimonio de conveniencia con Ineos o del inicio de una relación fructífera tras unos comienzos difíciles”, sentenció el medio en cuestión, dando a entender que el futuro de Ten Hag en el club sigue siendo incierto, pero su capacidad para sobrevivir al escrutinio implacable del Manchester United es la que lo mantiene en el cargo.