La presidenta de Perú, Dina Boluarte, manifestó el miércoles en una entrevista que junto con Migraciones está evaluando si permitir o no la entrada del expresidente boliviano Evo Morales, a quien acusa de «intervenir en los temas internos».
Boluarte, quien considera la supuesta «intervención» de Morales como «totalmente fuera de contexto», dijo que estaba en conversaciones con Migraciones para que se evalúe su «situación de ingreso», declaró a PBO.
«Si el señor Evo Morales quiere seguir siendo líder allá en Bolivia, pues en Bolivia tiene que ejercer ese papel. Creo que en Perú tenemos el derecho de tejer nuestra propia historia», manifestó.
Desde hace casi dos años, en varios artículos de medios de comunicación locales se acusa a Morales de supuestamente estar realizando alianzas con sectores campesinos e indígenas en las provincias de Cusco y Puno con fines geopolíticos.
«La otra mejilla»
La mandataria asomó que considera que las protestas que han sucedido en el sur del país a favor de la liberación del expresidente Pedro Castillo tienen una «intención separatista» de vieja data que «nunca ha prosperado», y que podría estar siendo alentada por Morales.
Esta opinión es compartida por los sectores conservadores y de la derecha peruana que impulsaron en el Congreso dos medidas para impedir la entrada del exmandatario a Perú, en 2021, porque sostenían que tiene una agenda política que busca imponer en ese país.
el líder boliviano escribió este jueves que ponía la otra mejilla «ante los ataques políticos de la derecha peruana», al tiempo que le pidió que pararan «las masacres, detenciones ilegales, persecución y ‘terruqueo'».
¿Por qué estas acusaciones?
El hecho más reciente que ha abierto un sinfín de especulaciones de los sectores opositores a Castillo ocurrió el pasado 17 de noviembre. En esa oportunidad, el exmandatario boliviano recibió el título de doctor honoris causa de la Universidad Nacional del Altiplano, en Puno, ubicado en la provincia homónima del sur peruano, recoge el Diario Panorama Trujillano.
Los sectores de la derecha manifestaron su desacuerdo con esa visita de Morales porque consideran que, junto a las autoridades universitarias y el exgobernador de Puno Germán Alejo Apaza, busca hacer una alianza autónoma en el marco de la Runasur.
Medios peruanos como El Comercio afirman que Morales tendría intereses en «expandir su proyecto de Runasur» en ese país y que tendría «operadores políticos» en Cusco y Puno.
Para hacer estar aseveraciones, los autores se basan en su interpretación de una serie de trinos publicados en abril de 2021 por el líder boliviano sobre los objetivos de ese foro alternativo de movimientos sociales.
El tema de la supuesta intervención de Morales en la política interna peruana no es un asunto nuevo. Ya en noviembre de 2021, la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso lo había declarado ‘persona non grata’ «por su negativo activismo político en Perú y su evidente injerencia e intromisión en la agenda del Gobierno».
Morales respondió en un tuit que esperaba que esa determinación no fuera producto del racismo. Esa vez, se instruyó a los ministerios del Interior y de Defensa para que impidieran su entrada al país.
En ese entonces se tenía previsto que la segunda cumbre de la Runasur se llevara a cabo en Cusco, entre el 20 y el 21 de diciembre de 2021. Sin embargo, fue cancelada, en medio de señalamientos de la comisión parlamentaria de exteriores y una serie de excancilleres y exdiplomáticos que afirmaron que Morales tenía «afanes geopolíticos» mediante ese mecanismo de base popular.