Imane Rachidi
Ámsterdam, 14 abr (EFE).- Un cartel de la sala de exposición del museo antropológico de Ámsterdam reza que hay objetos que “pueden haber sido obtenidos mediante saqueos y otras formas dudosas e injustas”, una admisión del crimen que ya pasa casi desaparecida para el visitante neerlandés, pero impresiona al turista al ser poco común en el extranjero.
El desarrollo experimentado estos años por las pinacotecas, gobierno, empresas y monarquía de Países Bajos choca con las polémicas que se han visto en países con un pasado colonial, como la última controversia entre los gobiernos de Grecia y Reino Unido sobre los Mármoles del Partenón expuestos en el Museo Británico y que Atenas pide su devolución porque considera que fueron “robados” hace más de 200 años.
“Gran parte de nuestras colecciones fueron adquiridas en el periodo colonial, caracterizado por relaciones de poder y violencia extremadamente desiguales. Así, algunos objetos que cuidamos, incluidos los de esta exposición, pueden haber sido obtenidos mediante saqueos o en otras formas dudosas e injustas. El museo investiga activamente para aclarar su procedencia”, asegura el Tropenmuseum de Ámsterdam.
Esta pinacoteca neerlandesa admite que vivimos en un mundo “moldeado en muchos sentidos por el colonialismo” y asegura que el legado del pasado colonial se puede observar en nuestros alimentos, los idiomas con los que comunicamos, la composición de la población, las opiniones y las relaciones de poder que definen la sociedad.
“Países Bajos tiene una larga historia colonial: de comercio exterior, pero también de dominación, opresión y explotación. Durante siglos, las riquezas de Europa se produjeron a expensas de la libertad, la riqueza y el bienestar de personas en otras partes del mundo”, añade en una exposición permanente sobre la herencia colonial neerlandesa.
En la muestra, se refleja el sistema de explotación y dominio impuesto por los colonizadores, y repasa cómo los oprimidos resistieron al sistema colonial, creando nuevas posibilidades culturales, políticas y económicas frente al opresor. Varios empleados del museo explican a un grupo de medios españoles, entre ellos Efe, lo que llaman “la herencia común” y una “historia compleja de múltiples capas y perspectivas”.
Una de las siglas más problemáticas de ese pasado colonial es VOC, compañía neerlandesa de las Indias Orientales, y WIC, de las Indias Occidentales. A finales del siglo XVI, los neerlandeses comenzaron a navegar por los océanos en busca de productos para comerciar, como hicieron otros europeos. Dondequiera que aterrizaran, ya sea Asia, África y las Américas, había economías establecidas y prósperas.
“La violencia y la represión eran inherentes al proceso que emplearon las empresas, pero a menudo encontraron resistencia de los colonizados. El negocio también se basaba en la explotación de personas. Capturados, vendidos y comercializados en grandes cantidades, estos esclavos fueron vendidos como bienes y tratados como propiedad, privados de sus derechos y su humanidad”, detalló la pinacoteca.
El 1 de julio de 2023, el rey Guillermo Alejandro de Países Bajos pidió disculpas por el papel de la Casa Real en la trata transatlántica de esclavos, que calificó de “crimen de lesa humanidad”. También encargó una investigación “crítica e independiente” sobre el papel de la familia real en la historia colonial para “enfrentar el impacto” actual en las diferentes comunidades del país.
Alrededor de 600.000 personas fueron transportadas a través del Océano Atlántico en barcos neerlandeses para ser vendidas como esclavas. La casa real neerlandesa ganó más de 545 millones de euros entre 1675 y 1770 de las colonias, calculó una investigación encargada por el Parlamento.
La Fundación de Colecciones Históricas de la Casa de Orange-Nassau (SHVON), presidida por la reina Máxima, también encargó una investigación sobre el origen colonial de las obras de la colección real para determinar “la legalidad y equidad de la gestión” de estas piezas.
A la par, Países Bajos trabaja en la devolución del arte robado en la Segunda Guerra Mundial o el colonialismo. Creó un Comité de Colecciones Coloniales que recomendó en 2020 la devolución incondicional del arte saqueado, si el país de origen lo solicita, y advirtió de que “las injusticias históricas no se pueden deshacer, pero se puede contribuir a reparar las injusticias asumiendo la responsabilidad de ese pasado cuando se trata de objetos coloniales».
El año pasado, Países Bajos devolvió 478 obras reclamadas por Indonesia y Sri Lanka, la primera vez que el Estado neerlandés transfiere objetos saqueados durante el colonialismo.
Se están considerando otras solicitudes, incluida otra de Indonesia de una colección de 40.000 fósiles, incluido un cráneo, que se exhibe en el museo de historia natural de Leiden, y que fue excavada en Indonesia por el paleontólogo neerlandés Eugene Dubois (1858-1940), quien pasó a la historia por haber descubierto en 1891 al Homo erectus en Java. EFE
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