Túnez, 27 mar (EFE).- La Coalición Tunecina contra la Pena de Muerte (CTCPM) pidió este miércoles eliminar la pena capital de la legislación después de que la Justicia antiterrorista dictase este veredicto contra cuatro personas por su implicación en el asesinato del líder de izquierda Chokri Belaid, en un juicio que ha durado once años y en el que han sido procesados 23 acusados.
La ONG advirtió de las consecuencias de «explotar» este caso con el objetivo de normalizar y restaurar la pena de muerte, cuya última ejecución fue en 1991, y recordó que la ley relativa a la lucha contra el terrorismo y el blanqueo de dinero, enmendada de 2015, prevé dicha pena para autores de actos terroristas.
«La verdadera lucha contra el terrorismo pasa por erradicar este flagelo. Esto requiere un proceso completo que consiste en desmantelar todo un sistema ideológico y político del fenómeno de la violencia política takfirista que prospera cometiendo asesinatos en Túnez y enviando hordas de terroristas a Siria, Libia y Iraq», señaló la CTCPM en un comunicado.
Según un estudio de Naciones Unidas, el país magrebí se convirtió tras la revolución de 2011 en el primer «exportador» de yihadistas del mundo, con cerca de 5.000 combatientes.
La organización aseguró que «defender que la lucha antiterrorista sea únicamente a través de medios de seguridad y la normalización de las violaciones físicas y morales contra los acusados y la pena capital es una afirmación engañosa, una solución ilusoria y una huida del futuro».
La Coalición lamentó que la sentencia llegué una década después, «lo que demuestra que la justicia en Túnez avanza a paso de tortuga y que la verdad no ha sido completamente revelada. Con excepción de algunos verdugos, los funcionarios que instigaron, planearon, ordenaron el asesinato no han sido juzgados».
El 6 de febrero de 2013 Belaid, abogado de 48 años y crítico del partido islamista Ennahda, entonces en el poder, fue tiroteado frente a su domicilio por dos individuos a bordo de un vehículo que se dieron a la fuga.
Cinco meses más tarde el otrora figura de la izquierda, Mohamed Brahmi, de 58 años, fue asesinado bajo el mismo modus operandi. Ambos crímenes fueron atribuidos al grupo salafista Ansar Al Sharia (Partidarios de la charía), clasificado como «terrorista» poco después y que había declarado lealtad a Al Qaeda.
Desde entonces, la familia de las víctimas y sus respectivos partidos acusaron a los líderes conservadores de estar detrás de estos crímenes mientras que Ennahda siempre ha negado cualquier relación con los hechos.EFE
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