Diego Sáez Papachristou
Atenas, 8 jun (EFE).- Pese a duplicar, hasta el 1,5 % del PIB, los fondos destinados a paliar las consecuencias de recientes catástrofes naturales, la economía de Grecia se ha demostrado resiliente ante ésta y otras crisis, asegura el ministro de Finanzas heleno, Kostis Jatzidakis, en una entrevista con EFE.
Los gastos se dispararon tras los incendios que el verano pasado devastaron gran parte del territorio griego, causando 28 muertos, y las inundaciones que siguieron en septiembre, que con 17 personas fallecidas fueron las más severas que se recuerdan en el país.
«Afrontamos este fenómeno de manera coordinada y hemos duplicado los fondos para este tipo de crisis», resalta Jatzidakis.
Precisa que en el presupuesto de este año unos 3.100 millones de euros, o el 1,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), se han destinado a paliar las consecuencias de estas catástrofes.
El ministro se muestra confiado en que Grecia proseguirá consolidando su economía tras salir en 2018 de una profunda crisis financiera de casi diez años durante la cual perdió un cuarta cuarta parte de su PIB.
A pesar de afrontar diversas crisis, como la pandemia del covid y la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania, Grecia encadenó en 2021, 2022 y 2023 unos índices de crecimiento del 8,4 %, 5,6 % y 2 %, respectivamente, muy superiores a la media registrada en la Unión Europea (UE).
Además, la deuda pública, que en 2020 había alcanzado el 206 % del PIB, se ha rebajado hasta quedar el año pasado en 162 % del PIB, uno de los ritmos de disminución de deuda más rápidos en el mundo.
Jatzidakis confía en que su país podrá afrontar también el impacto de otras situaciones críticas, como las guerras en Ucrania y la de Oriente Medio.
«Nadie puede decir que estas crisis no nos afectan», admite el conservador, al mismo tiempo que recalca: «en los últimos años, a pesar de los grandes desafíos internacionales, la economía griega ha demostrado que es resiliente».
«De ser la oveja negra de Europa, Grecia se ha convertido en una grata sorpresa» respecto a su rendimiento económico, asevera el ministro.
Explica que la significante mejora en los índices económicos se debe a una política «que combina la seriedad fiscal con medidas para impulsar el emprendimiento y las inversiones».
Destaca en este contexto la buena dinámica de las inversiones extranjeras en Grecia: Totalizaron unos 2.900 millones de euros en 2020, llegaron a los 7.500 millones de euros en 2022 -el nivel más alto en los últimos veinte años- y se situaron en los 4.500 millones el año pasado.
Recuerda también que su Gobierno, encabezado por el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha impulsado privatizaciones de infraestructuras claves, como puertos y autovías, con el objetivo de «enviar el mensaje de que el país quiere apoyarse en la economía privada y el emprendimiento».
En los últimos once meses se han realizado diez privatizaciones, (entre ellas la de la autovía de circunvalación de Atenas) que aportarán un total 7.100 millones de euros a las arcas públicas, subraya.
Además, Jatzidakis está preparando un proyecto de ley «para promover las fusiones empresariales y la innovación, así como medidas para luchar contra la evasión fiscal».
Junto a una serie de cambios estructurales y reformas, el objetivo de todas estas políticas es acercar a Grecia al resto de la UE en términos económicos, dice el ministro.
Pese a las mejoras, el país sigue siendo uno de los más pobres de la UE, con el poder adquisitivo de sus ciudadanos siendo el más bajo de la zona del euro, según los datos de Eurostat.
Jatzidakis atribuye la difícil situación que aún vive la población «a la década anterior de crisis».
A cambio de tres gigantescos rescates financieros concedidos a Grecia para combatir la crisis de deuda de 2010-2018, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la UE exigieron la aplicación de duros recortes sociales.
«No existen milagros, la situación no puede cambiar totalmente de un momento al otro», admite el ministro griego, y señala cierta mejora en la calidad de vida de la ciudadanía que sí ha habido.
Si a finales del 2020 el poder adquisitivo de los griegos equivalía al 62 % de la media de la UE, el año pasado ese porcentaje subió hasta el 67,5 %, señala.
«Tenemos una tendencia ascendente que continuará porque en los últimos meses hemos cuadriplicado o incluso quintuplicado las tasas de crecimiento de la media de la Eurozona», concluye el titular de Finanzas de Grecia. EFE
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