El Ministerio de Salud palestino de la Franja de Gaza ha advertido este miércoles sobre una inminente «catástrofe humanitaria» tras el fallo de uno de los dos últimos generadores eléctricos del Hospital Mártires de Al Aqsa, situado en la ciudad de Deir al Balá, en el centro del enclave, y que alberga a más de 700 heridos o enfermos.
«El fallo de uno de los generadores eléctricos en el Hospital Mártires de Al Aqsa augura una catástrofe humanitaria de la que pueden ser víctimas decenas de heridos, enfermos y bebés prematuros. Pedimos una intervención internacional urgente», reza un comunicado publicado en el canal de Telegram del Ministerio de Salud, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
En ese sentido, las autoridades gazatíes han recordado que el centro, que alberga a más de 700 personas heridas o enfermas y que presta servicios a más de un millón de desplazados en la Gobernación, lleva funcionando con tan solo dos generadores durante ocho meses.
La cartera ministerial ha achacado el fallo a la imposibilidad de apagar el aparato para su mantenimiento durante tantos meses, a la decisión de Israel de no permitir la entrega de piezas de repuesto y a las «duras condiciones de la guerra», denunciando los bombardeos del Ejército de Israel.
«Lanzamos un llamamiento de socorro a la comunidad internacional, a las organizaciones internacionales e internacionales y a todos los países árabes e islámicos para que salven a los enfermos, heridos y niños de Gaza de una muerte segura, proporcionando electricidad inmediata y urgente al hospital, y suministrando rápidamente generadores eléctricos capaces de abastecer de electricidad al hospital antes de que sea demasiado tarde», ha pedido el Ministerio.
En ese sentido, ha hecho un llamamiento a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que examine las condiciones del hospital y para que actúe «de forma inmediata» para hacer frente a la crisis.
«Responsabilizamos plenamente a la ocupación israelí y a la Administración estadounidense del resultado de este desastre que se abatirá sobre los enfermos, los heridos, los bebés prematuros y el sector sanitario en un intento por su parte de poner el sistema sanitario fuera de servicio de acuerdo con el plan de ocupación declarado», ha añadido el Ministerio de Salud.
El Ejército de Israel comenzó una ofensiva contra la Franja de Gaza en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, que se saldaron con 1.200 muertos y 240 rehenes. Desde entonces, las autoridades gazatíes han notificado la muerte de casi 36.600 palestinos, a los que se suman más de 510 en Cisjordania y Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes.
