Zagreb, 15 may (EFE).- Aleksandar Vulin, uno de los vice primeros ministros de Serbia, ha dicho que los líderes de la Unión Europea (UE) son “mentirosos” por mantener, como hace la justicia internacional, que en la ciudad bosnia de Srebrenica se cometió un genocidio en 1995 a manos de tropas serbobosnias.
“Lo único cierto es que la UE está encabezada por unos mentirosos y que en Srebrenica no hubo genocidio”, dijo Vulin, según un comunicado del Gobierno.
El portavoz de la UE, Peter Stano, aseguró ayer que para los 27 es incuestionable que en Srebrenica se cometió un genocidio, según lo probaron los tribunales internacionales, y afirmó que no hay sitio en el grupo comunitario para aquellos que lo nieguen.
Serbia es candidata al ingreso en la Unión Europea.
Muy pronto la “UE llegará a exigirnos que enseñemos a nuestros hijos que son descendientes de criminales”, comentó Vulin.
Vulin dimitió el pasado noviembre como jefe del servicio de inteligencia y seguridad serbio BIA, para evitar, según dijo, la imposición de sanciones contra Belgrado por EEUU.
Washington sancionó a Vulin en julio de 2023 al considerar que había estado implicado en el crimen organizado trasnacional, en operaciones de narcotráfico y por apoyar «actividades malignas» de Rusia en Serbia.
El pasado enero fue condecorado por el presidente ruso, Vladímir Putin, y por el servicio de seguridad ruso FSB, y el 2 de mayo fue nombrado ministro sin cartera y vicepresidente del nuevo Gobierno serbio.
El primer ministro serbio, Milos Vucevic, ha asegurado recientemente que «el ingreso como miembro de pleno derecho de la UE sigue siendo el objetivo estratégico de Serbia».
Serbia niega que las fuerzas serbobosnias cometieran en julio de 1995 un genocidio al asesinar a 8.000 varones civiles musulmanes en la ciudad bosnia de Srebrenica, que estaba entonces bajo la protección de cascos azules neerlandeses de la ONU.
Belgrado se opone rotundamente a la resolución que será debatida por la Asamblea General de la ONU el 23 de mayo para conmemorar ese crimen y condenar la negación de los veredictos judiciales internacionales sobre Srebrenica. EFE
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