El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha decretado este viernes el estado de excepción por la situación de emergencia que atraviesa el sector eléctrico del país en medio de los prolongados cortes de luz a escala nacional y de las acusaciones de «sabotaje» lanzadas por el Gobierno, que este domingo somete a consulta popular cuestiones de seguridad y la reforma constitucional.
La medida se ha tomado en base al Decreto Ejecutivo 229 y estará vigente durante 60 días, ha informado ‘El Universo’. Este es el tiempo estimado para superar la crisis energética y «hacer frente al déficit energético y garantizar el suministro del servicio de electricidad en el presente, propendiendo a una estabilización en un futuro inmediato».
Durante el estado de excepción, la infraestructura energética del país será custodiada por militares y policías a fin de evitar sabotajes, tal y como estipula el mencionado decreto. Así, «para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento», se movilizarán efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en todo el país.
La principal diferencia con respecto a ocasiones anteriores es que el nuevo estado de excepción no traerá consigo la imposición de toques de queda.
Los recursos necesarios para hacer frente a la emergencia se asignarán desde el Ministerio de Economía y Finanzas, sin afectar los fondos correspondientes a los sectores de salud y educación, ha matizado el mismo medio.
Ecuador se ha visto obligado desde hace varios días a aplicar una serie de apagones para hacer frente al desabastecimiento en el sistema eléctrico. Aunque en un primer momento se apuntó a cuestiones climáticas –escasez de agua en los embalses, excesivo calor y fallos en las centrales energéticas– las autoridades han apuntado después a un posible sabotaje.
La situación es tal que el presidente solicitó a principios de semana la dimisión de la ministra de Energía, Andrea Arrobo; declaró el estado de emergencia en el sistema energético y puso en marcha una investigación para determinar lo ocurrido. Los primeros resultados de las pesquisas apuntan a que Arrobo y otra veintena de sospechosos habrían ocultado información relevante sobre la situación energética.
Por otro lado, respecto a la situación a nivel internacional, Ecuador ha visto como gran parte de las naciones sudamericanas han salido al paso por el asalto de la Policía ecuatoriana sobre la Embajada mexicana en Quito a comienzos de mes. Las fuerzas de seguridad irrumpieron en la sede diplomática para arrestar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de corrupción.
Aquellos hechos le han servido a Quito una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), presentada por Ciudad de México y que además exige la suspensión de Ecuador en Naciones Unidas. Además, Venezuela ha anunciado la retirada de su personal diplomático y Colombia ha suspendido el gabinete binacional, impulsado hace más de una década.