Ivan Blazevski
Skopje, 6 may (EFE).- Macedonia del Norte celebra este miércoles elecciones parlamentarias y también la segunda y decisiva ronda de las presidenciales en las que el mayor partido opositor, el derechista VMRO-DPMNE, aspira a sustituir en el poder a su gran rival, el socialdemócrata SDSM, que gobierna desde 2017.
Son las primeras legislativas regulares tras 17 años de convocatorias anticipadas en el pequeño país balcánico, de unos dos millones de habitantes, miembro de la OTAN desde 2020 y candidato al ingreso en la Unión Europea (UE).
La votación de esta semana es crucial para el progreso hacia una entrada en la UE, un proceso estancado desde hace dos años por el veto de la vecina Bulgaria por una disputa sobre el estatus de la minoría búlgara en Macedonia del Norte.
Hace dos semanas, en la primera vuelta de las presidenciales, la candidata nacionalista Gordana Siljanovska-Davkova se impuso con el 40 % de apoyos, más que el doble que su contrincante, el actual presidente, el socialdemócrata Stevo Pendarovski, con el 19,9 %.
La notable ventaja de Siljanovska-Davkova es un fuerte empuje para su VMRO-DPMNE en las parlamentarias, y ha dejado a la sombra la campaña para la segunda vuelta de las presidenciales por la poca posibilidad de sorpresa.
Para las legislativas, los últimos sondeos otorgan a VMRO-DPMNE el 22 % de apoyos, por delante del SDSM con el 11 %, siempre sin tener en cuenta un estimado 46 % de los votantes indecisos o proclives a la abstención.
Le siguen dos formaciones de la comunidad albanesa -un 25 % de la población del país-, la DUI, socio en el poder del SDSM, con el 6,2 %; y la nacionalista opositora coalición VREDI, con el 4,6 %.
Expresado en número de escaños parlamentarios VMRO-DPMNE dispondría de entre 52 y 54 diputados de los 120 escaños; SDSM tendría entre 26 y 30; DUI 15 o 16; VREDI 12 a 14; el resto para otras formaciones minoritarias.
VMRO-DPMNE ha anunciado ya que desea, en caso de ganar las elecciones, formar una coalición con la oposición albanesa.
«No creo que vaya a haber obstáculos para la formación de una nueva mayoría», aseguró a EFE el analista Petar Arsovski.
Tanto VMRO-DPMNE como VREDI descartan la posibilidad de coaligar con DUI, a la que acusan de corrupción y abusos de poder durante sus dos décadas en el poder desde 2002.
La solución de una disputa diplomática con Bulgaria es el principal desafío de la política exterior de Macedonia del Norte.
El país vecino exige la mención, en el preámbulo de la Constitución de Macedonia del Norte, de la minoría búlgara -unas 3.000 personas- para levantar su bloqueo de la vía macedonia hacia la UE.
Tanto SDSM como VMRO-DPMNE prometen eliminar el obstáculo impuesto por Bulgaria, aunque con métodos divergentes.
El Gobierno liderado por el SDSM acepta la condición búlgara, pero no el VMRO-DPMNE, que exige garantías de que Bulgaria no imponga nuevos bloqueos en el futuro.
Antes del veto búlgaro, el país tuvo que cambiar en 2018 su nombre a Macedonia del Norte, para levantar el veto de Grecia a su entrada en la OTAN.
El cambio del nombre, que aún hoy sigue generando malestar en el país, y el nuevo bloqueo han reducido la popularidad de SDSM, mientras VMRO-DPMNE ha ido ganando apoyos con su postura dura hacia Bulgaria.
El politólogo Ljupco Petkovski declaró a EFE que «los derechistas creen que pueden convencer a Bulgaria de que cambie su postura, pero (…) el asunto del cambio constitucional es un hecho consumado y sólo queda ver cómo se aplicará». EFE
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