“La economía se contraerá por segundo año, a medida que el Gobierno busca resolver las distorsiones fiscales y económicas vigentes desde hace dos décadas», dijo la calificadora de riesgo (Andrew Kelly/)
La calificadora de riesgo Moody’s advirtió sobre los riesgos y perspectivas para los bancos y empresas de servicios públicos en distintos países de América latina, entre ellos la Argentina. Ese panorama está condicionado por el escenario internacional de altas tasas de interés pero también por las condiciones macroeconómicas y regulatorias de cada país. En particular, el pronóstico de la agencia para la Argentina es sombrío en términos de actividad general.
Según estima, la economía local caerá este año 5%, proyección que ubica a la calificadora entre los más pesimistas del mercado respecto a la profundidad de la recesión en el país.
“La economía de Argentina (Ca estable) se contraerá por segundo año, a medida que el Gobierno busca resolver las distorsiones fiscales y económicas vigentes desde hace dos décadas. Después de 2025, las fuertes exportaciones agrícolas y la producción de gas de lutita en Argentina ofrecerán cierto alivio”, pronosticó Moody’s y agregó que las altas tasas de interés se traducen en altos costos de financiamiento para las empresas de infraestructura en diferentes sectores.
“Estas empresas fuertemente reguladas dependen de la aprobación del gobierno para aumentar las tarifas lo suficiente como para recuperar los elevados costos operativos y el alto costo de la deuda. El riesgo de intervención del Gobierno persistirá en los operadores de infraestructura, pero los marcos regulatorios y el Estado de derecho en relación con las leyes contractuales han respaldado históricamente a la mayoría de las empresas de infraestructura cuyos riesgos de refinanciamiento son más manejables ahora que en los últimos años”, consideró la consultora.
En contraste con esa perspectiva poco alentadora, la Argentina volvió a un ranking de inversiones en el que supo estar por última vez hace 10 años. Este año forma parte de la lista tradicional de los 25 países más atractivos para invertir que publica anualmente la consultora Kearney. Estados Unidos encabeza la lista mientras que Brasil lo hace a nivel regional.
La Argentina por su parte ingresó en el puesto 24, lo que más allá de las claras dificultades económicas y la recesión imperante, indica una mejora en el clima de negocios e inversiones.
El ranking de Kearney, con Argentina en el puesto 24
Otro dato relevante es que quedó en el octavo lugar entre las naciones emergentes, avanzando un puesto respecto del 2023. Aunque el reingreso del país no tuvo mayor repercusión a nivel local, los medios de la región destacaron el dato, más allá de la posición de sus respectivos países. Por caso, la revista económica Exame hizo foco más en la vuelta de la Argentina como un buen destino de inversiones más que al puesto en el que figura Brasil, mucho más competitivo. El dato fue destacado por los medios. De hecho, hace 2 años ocupó el puesto número 22 de la lista y en 2023 no apareció, mientras que este año ingresó en el puesto 19, superando en 2 puestos al otro país de América latina que aparece, México (21º).
“Argentina vuelve a ser destino de inversión extranjera tras 10 años fuera del ranking mundial”, tituló Exame la publicación en la que afirma que el país, que lleva diez años fuera de los focos, el cambio de rumbo económico con la victoria de Javier Milei como presidente ha animado a los inversores”, según señaló el socio de Kearney en Brasil, Mark Essle. El ejecutivo consideró que tras sufrir una inflación del 211% en 2023 –ahora de casi el 300% interanual este año– se ha producido un cambio brusco en el rumbo económico del país que, al menos inicialmente, animó a los ejecutivos entrevistados por Kearney.
“En sólo dos meses, Milei ha conseguido cumplir su objetivo de ‘déficit cero’, es decir, salir de los números rojos. Los mercados reaccionaron positivamente, con los bonos y las acciones del país al alza, el dólar libre”, aportó Essle.
La encuesta tiene en cuenta las perspectivas de inversión de los empresarios para los próximos tres años. Para realizarla, Kearney entrevistó a ejecutivos de empresas con unos ingresos anuales de 500 millones de dólares o más. En total, las empresas tienen su sede en 30 países y abarcan todos los sectores.