Los ministros de Exteriores y de Defensa de los Estados miembro de la Unión Europea se reúnen este lunes en un encuentro marcado por la petición de Ucrania para que sus aliados redoblen el envío de sistemas antiaéreos, entre ellos las baterías Patriot con las que cuenta España, para blindarse de los ataques rusos después de que la coordinación de Estados Unidos con Francia y Reino Unido repeliese el ataque con 300 drones y misiles iraníes la pasada semana.
La cita en Luxemburgo llega en plena ebullición del debate para reforzar a Ucrania frente a los ataques contra sus ciudades e infraestructuras críticas, después de que Alemania lidere una iniciativa para enviar otra batería Patriot, la tercera de su arsenal, y de que el canciller, Olaf Scholz, pidiera que más aliados en el marco de la OTAN movilicen seis sistemas más de este tipo que solicita Kiev.
También el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha llamado a facilitar estos sistemas a Ucrania y está abordando la cuestión con los países que cuentan con estas defensas, ha explicado un alto cargo de la UE. Entre los aliados europeos, Países Bajos, Rumanía, Alemania, Grecia o España tienen los sistemas Patriot, vistos como las defensas antiaéreas más modernas y eficaces.
En la carta de invitación a los ministros a la que ha tenido acceso Europa Press, el jefe de la diplomacia europea subraya que Kiev «necesita urgentemente» las baterías de misiles tierra aire que existen en los arsenales de los países europeos y menciona en concreto los sistemas Patriot «o capacidades alternativas similares».
«Soy consciente de que muchos de sus países poseen equipos de este tipo tanto para uso a medio como a largo plazo y, por lo tanto, les insto encarecidamente a que propongan entregas concretas a Ucrania», urge Borrell, asegurando que el Mecanismo Europeo para la Paz podrá subvencionar en parte esta importante donación para Ucrania.
Según señala, en la actualidad Ucrania sufre una media de tres ataques con misiles balísticos cada día, lo que evidencia la necesidad que tiene Kiev de estos sistemas, al tiempo que avisa de que cualquier revés en el campo de batalla en Ucrania «podría afectar tanto a país como a la seguridad de Europa en su conjunto».
«Piden básicamente seis Patriots y sabemos donde están en Europa», afirmó la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, durante la cumbre europea, indicando que actualmente los socios europeos «no lo necesitan tanto como lo necesita Ucrania». Mientras, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, reconoció que el envío de las baterías Patriot «sería lo mejor», pero explicó que «hay alternativas» como sería comprar sistemas a terceros países para entregarlos a Ucrania.
Alemania, que ha tomado el liderazgo en esta cuestión, defiende «incentivar» que otros socios que no están ante una amenaza directa ofrezcan sus sistemas, tanto en la UE como en la OTAN. En todo caso, fuentes europeas no esperan que la decisión sea inmediata, al tratarse de un costoso sistema de defensa, cada uno valorado en casi 1.000 millones, que resulta estratégico para la seguridad de los países y se tiene en pequeñas cantidades.
A la presión de los últimos días en la UE se ha sumado la propia OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, ha confirmado que hay sistemas antiaéreos disponibles entre los aliados y que espera más anuncios pronto en este sentido.
Aunque el foco está puesto en las baterías de fabricación estadounidense, considerado el sistema más moderno y efectivo de defensa antiaérea, la OTAN subraya que hay otro sistemas que pueden ofrecer los aliados como los SAMP/T, con los que cuentan Francia e Italia; o los NASAMS, de fabricación noruega.
Además, durante la reunión los titulares de Exteriores y Defensa de los 27 podrán pasar revista a la iniciativa checa, que busca movilizar fondos para la adquisición de munición de artillería para Ucrania fuera de la UE. Según las últimas cifras, 200.000 cartuchos ya han sido adquiridos, mientras que se mantienen negociaciones para contratar otros 300.000 obuses, con la fecha de principios de junio como plazo de entrega.
Desde Praga lamentan que no todos los Estados miembros de la UE se hayan sumado a su fondo colectivo para reforzar al Ejército ucraniano, que sufrió retrocesos en el frente a principios de año por la escasez de munición. En este sentido, se apunta directamente a la falta de compromiso de países como Francia o España.
ACUERDO POLÍTICO PARA SANCIONES A IRÁN
En el encuentro de los 27 en Luxemburgo también planea la crisis de los últimos días en Oriente Próximo tras los ataques cruzados de Israel e Irán. En una reunión sin grandes decisiones formales, se espera que los ministros europeos consoliden el consenso político para avanzar en más sanciones contra Teherán, en un intento de apaciguar a Israel y evitar que escale el conflicto.
La idea es extender las sanciones actuales de la UE contra el sector de drones y misiles de Irán por el envío de material a Rusia, que luego Moscú emplea en la guerra de agresión de Ucrania, para que castiguen también el suministro de drones a milicias afines en la región, caso de los hutíes en Yemen o de Hezbolá en Líbano.
Estará sobre la mesa igualmente la inclusión de la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista terrorista después de que países como Alemania, Bélgica o Países Bajos se hayan abierto a este escenario, si bien este paso necesita de una base legal que demuestre su actividad terrorista en la UE, por lo que su adopción se prevé compleja, aunque un buen grupo de países apuesta por redoblar las medidas para dar una señal fuerte a Teherán y sus acciones desestabilizadoras en Oriente Próximo.
En este sentido, el deterioro de las relaciones con Irán de los últimos años lleva a algunas delegaciones europeas a pensar que es hora de que la UE adopte una nueva posición más crítica con Teherán. Su influencia regional, los vínculos con Moscú y la represión interna deben implicar una nueva postura que pasa por dejar de lado el acuerdo nuclear, explican fuentes europeas, que lamentan que este pacto en cierta medida «secuestra las posibilidades de posicionarse» ante Irán.