Buenos Aires, 9 abr (EFE).- El presidente argentino, Javier Milei, dijo que habrá que hacer un blanqueo de capitales «flexible» para atraer los ahorros de los argentinos en la informalidad y que «no» le importaba la postura del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), pero sus portavoces aclararon este martes que el Ejecutivo no teme un conflicto con ellos.
«No vamos a incumplir ninguna norma internacional, ni vamos a entrar en ninguna cuestión que pueda atentar contra el futuro de la Argentina», dijo el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual rueda de prensa en la sede del Ejecutivo.
«Sí vamos a hacer todo lo que sea posible para que los argentinos se animen otra vez a invertir» en el país, respecto de un próximo proyecto de ley de blanqueo de capitales que prepara el Ejecutivo.
«No tenemos ningún temor de tener conflicto con nada», agregó Adorni, al responder una consulta sobre si las declaraciones de Milei pueden perjudicar la evaluación que está realizando el GAFI sobre Argentina.
Milei había dicho el lunes a la radio Neura que le «importa un rábano» la fuente de las divisas ahorradas por los argentinos y no blanqueadas, así como lo que pueda opinar el GAFI.
«Algunas cosas que los políticos definen como delito, para mí, no son delito», afirmó Milei y agregó que habrá que hacer «condiciones muy flexibles para que puedan blanquear y listo» sin infringir la ley .
Adorni explicó este martes que «buena parte» del dinero no declarado por los argentinos y que podría ingresar a un blanqueo surge de la necesidad que han tenido los locales de «escapar de las prácticas políticas» aplicadas en «las últimas décadas», al enumerar «impuestos», «regulaciones» o «confiscaciones», que han sido «incentivo» para colocar el dinero en la informalidad.
El equipo evaluador del GAFI, integrado por representantes designados por seis diferentes países miembros, estuvo en marzo pasado en Argentina para elaborar un informe independiente sobre el cumplimiento de las normas del organismo en el país, cuyo resultado se dará a conocer en octubre de este año.
Durante esa evaluación, el 13 de marzo pasado, el Senado argentino sancionó una ley que actualizó la legislación vigente en el país sobre la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva a los estándares del GAFI.
La nueva norma -que modifica el Código Penal, le da autarquía a la Unidad de Inteligencia Financiera, entre otras cuestiones- se aprobó en medio de un rebrote de violencia asociada al narcotráfico en la provincia de Santa Fe y de Buenos Aires y ante la necesidad del acceso del país a los sistemas financieros y a inversiones.