IOTA no se basa en la blockchain como otras criptomonedas, sino en una arquitectura Tangle cuya meta es incorporar a las monedas digitales en el internet de las cosas. (Infobae)
IOTA es una criptomoneda que se distingue de otras por tener la base de su funcionamiento en el Gráfico Acíclico Dirigido (DAG, por sus siglas en inglés) con una arquitectura llamada Tangle, mientras que las más famosas como bitcoin o ethereum lo hacen a través de cadenas de bloques (blockchain).
Esta criptodivisa, también conocida como MIOTA, está diseñada para usarse como medio de pago con una escalabilidad (transacciones) ilimitada y a través de todos los dispositivos que forman parte del internet de las cosas sin tarifas adicionales.
A diferencia del blockchain, en este nuevo esquema cada uno de los registros o usuarios tiene una marca de tiempo única y debe estar sujeto a una firma criptográfica compuesta por 81 caracteres, asimismo, cada transacción se hace por medio de esta clave privada que sí contiene detalles como el remitente, destinatario y cantidad.
Las características principales del IOTA son: no tienen límites de escalabilidad, por lo que se pueden hacer transacciones ilimitadas; el sistema se ajusta al uso y popularidad sin ser altamente volátil; no requiere de minería ni de mineros; y no tiene tarifas extra por operar.
De acuerdo con la información de Binance, actualmente esta moneda digital tiene 3.19B de unidades creadas.
Costo de la criptomoneda iota
La cotización de iota para hoy a las 10:30 horas (UTC) es de 0.346767 dólares, es decir, que la criptomoneda registró un cambio de -0.09% en las últimas 24 horas.
Por otro lado, registró un cambio de 0.13% con respecto a su valor hace una hora. En cuanto a su popularidad, se ubica en la posición #96.
Información destacada sobre Iota
Creada por desarrolladores alemanes, la divisa digital usa una tecnología o arquitectura llamada Tangle enfocada en el Gráfico Acíclico Dirigido (DAG, por sus siglas en inglés) que entre otras cosas se caracteriza por ser más amigable, pues se pueden hacer transacciones con tan solo tener un celular y un ordenador, al tiempo que no consume tanta energía como una red blockchain.
Además, estas operaciones las pueden realizar los usuarios que operan con IOTA y no hay comisiones por operaciones porque sus usuarios deben hacer otras transacciones ajenas antes de materializar las propias.
La tecnología de IOTA garantiza que los usuarios de esta criptomoneda tengan un entorno más confiable que el que la red blockchain puede proporcionar, pues en ésta última se permite que las transacciones se hagan de forma asíncrona, ordenada y lenta por motivos de seguridad; mientras que el Tangle permite hacer operaciones paralelas.
El suministro máximo con el que cuenta IOTA es de 2 mil 779 millones 350 mil 283 tokens y la meta es lograr que se hagan microtransacciones de hasta 0.001 dólar sin tener que abonar tasas por procesamientos de pago. En cada operación se requiere la “semilla”, que es un código de 81 caracteres generado aleatoriamente y que previene el robo de fondos.
Entre sus ventajas está su resistencia a la computación cuántica, millones de veces más rápido que la conocida hoy día; sin embargo, una de sus debilidades es la seguridad, pues en 2017 afrontó un hackeo que provocó un rompimiento en su precio y la pérdida en el volumen de las transacciones.
¿Qué es una criptomoneda?
Las monedas digitales nacieron en 2008 como una alternativa ante la devaluación de varias divisas a consecuencia de la crisis económica de aquel año.
El primer activo digital creado fue el bitcoin y con el tiempo surgieron otras como litecoin, ethereum, bitcoin, cash, ripple, dogecoin, algunas de las más populares.
Las criptomonedas funcionan mediante un cifrado criptográfico que garantiza la seguridad de las transacciones, así como el control de la generación de sus monedas .
Para llevar a cabo transacciones, las criptomonedas usan una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido.
Cabe mencionar que las criptomonedas son divisas digitales que no existen físicamente y, a diferencia de activos como el dólar, el euro o el peso, no están reguladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones.
Esto último ha provocado que las criptomonedas no sean vistas con buenos ojos por el mercado formal acusándolos de ser inconfiables, volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otros.
Representaciones físicas de varias criptomonedas.(REUTERS/Banco Santander)
Aún así, poco a poco se ha abierto el paso a tal grado que empresas, millonarios y hasta gobiernos han incentivado o autorizado su uso.
Uno de los hombres más ricos del mundo, Elon Musk, ha realizado comentarios a favor de criptodivisas como bitcoin y dogecoin, permitiendo temporalmente su uso en la empresa de automóviles eléctricos Tesla, lo cual provocó, en su momento, el aumento de su precio.