Menotti y el Atlético: de la victoria 0-4 al Real Madrid a las discrepancias con Gil y Gil

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Iñaki Dufour

Madrid, 5 may (EFE).- En el recuerdo de la afición del Atlético de Madrid de la etapa del argentino César Luis Menotti, su entrenador durante 35 partidos, con 18 victorias, ocho empates y nueve derrotas de agosto de 1987 a marzo de 1988, surge imborrable el rotundo 0-4 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, cuatro meses antes de que los resultados y las discrepancias con Jesús Gil y Gil desembocaran en su destitución antes del siguiente derbi contra el equipo blanco.

Entre un momento y otro, cuando era tercero en LaLiga, a once puntos del Real Madrid, transcurrió una vuelta de Liga, apenas 19 partidos, en una época en que cualquier entrenador que asumía el banquillo rojiblanco sentía la incertidumbre de un cargo más que inestable, expuesto a los marcadores, pero también a cualquier decisión fulminante del entonces presidente del Atlético.

En julio de 1987, el Atlético contrató a Menotti para dirigir al equipo rojiblanco, fuera de competición europea para aquella campaña. «Mi tarea ahora en el Atlético es ordenar su situación deportiva. Hay que hacer un equipo», expresó el entrenador, que llegó con la ambición de devolver al conjunto madrileño a la cima de LaLiga, que no ganaba desde 1977 y que no volvió a lograr hasta 1996. Era su segunda aventura en España, tras el Barcelona.

Aquel Atlético de Paulo Futre, Roberto López Ufarte, Julio Salinas, Jesús Landaburu, Quique Ramos, Quiere Setién, Roberto Simón Marina, Eusebio Sacristán, Juan Carlos Arteche, Andoni Goikoetxea, Tomás Reñones o Abel Resino empezó las primeras nueve jornadas de Liga con seis triunfos, dos empates y una derrota para ser segundo, a tres puntos del Real Madrid, al que visitó el 7 de noviembre de 1987 en el apasionante derbi madrileño.

El Atlético goleó por 0-4 al Real Madrid. Julio Salinas marcó el 0-1 a los diez minutos, Paulo Futre firmó el 0-2 en el 50 y López Ufarte agrandó la goleada con el 0-3, en el 74, y el 0-4, en el 82, entre la lluvia, en una formidable victoria que situó al conjunto rojiblanco a un único punto de la cima de la tabla que ocupaba su ‘eterno’ rival, con 10 encuentros disputados.

En la jornada vigésimo tercera, el Atlético -ganador de 15 de esos 23 duelos, con 4 empates y 4 derrotas a esas alturas de curso- seguía segundo, a tan solo cuatro puntos del liderato del Real Madrid, cuando encadenó una serie de resultado negativos que lo relegaron de la competencia por el título: los empates contra el Betis (1-1), el Real Murcia (0-0) y el Valladolid (0-0), todos fuera de casa, y las derrotas contra el Barcelona (0-2) y la Real Sociedad (0-2) en el Vicente Calderón, donde recibió al Real Madrid el 20 de marzo de 1988.

Su destitución ya estaba escrita. Cinco días antes, Gil y Gil esperaba su dimisión, por los malos resultados, con las discrepancias de fondo que habían surgido ya tiempo antes. La primera, en el octubre anterior, antes duelo frente a la Real Sociedad en San Sebastián, cuando el dirigente llamó la atención a su técnico por la vida nocturna de sus jugadores, según desvelaron entonces fuentes cercanas al presidente del Atlético de Madrid.

El 21 de enero de 1988, también en esa ciudad, con la derrota y la eliminación de su equipo en los cuartos de final de la Copa del Rey por 3-1 ante la Real Sociedad. Gil se reunió más de una hora con sus jugadores. No le gustó a Menotti. El entonces presidente del Atlético se volvió a quejar de la preparación física del equipo, como ya había hecho anteriormente.

La derrota por 1-3 contra el Real Madrid en el Calderón, con los goles de Rafael Gordillo, Hugo Sánchez y Emilio Butragueño fue el último encuentro de Menotti al mando del Atlético. El 20 de marzo de 1988.

«El proyecto del el entrenador César Luis Menotti al frente de nuestro equipo ha fracasado», dijo ya antes del partido Gil y Gil en declaraciones a ‘Radio Belgrano’.

«El equipo ha dado una lamentable imagen en los últimos partidos, con jugadores que no pueden con sus botas. Yo no pretendo que de buenas a primeras el equipo gane títulos, pero lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido lamentable, y los resultados mandan», añadió el entonces máximo dirigente del Atlético.

Al día siguiente, Menotti se daba por «desvinculado» de la entidad, aunque no se planteaba una dimisión ni Gil y Gil lo había destituido formalmente aún. «No se puede trabajar con un presidente que echa la culpa de las derrotas a los jugadores. Así es imposible una relación buena», declaró el técnico, que, cinco días más tarde, firmó el finiquito de su contrato. Su sustituto fue José Armando Ufarte. El 12 de abril, apenas 18 días después, fue destituido. EFE

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