Sin lugar a dudas, María José Campanario ha celebrado su 46 cumpleaños de la mejor forma posible, rodeada de su familia y con el apoyo incondicional de su marido, Jesulín de Ubrique, que no ha dudado en felicitarla públicamente con un mensaje lleno de amor. Más cercana que nunca con la prensa, María José entraba en directo al programa ‘Y ahora Sonsoles’ para hablar de cómo estaba celebrando un día tan especial para ella: «Me he olvidado del móvil y cuando he mirado el teléfono lo tenía lleno de notificiaciones, la verdad es que me encanta. No hemos hecho una gran celebración, hemos ido a dar un paseo en familia y poco más».
En uno de los mejores momentos de su vida a nivel personal y familiar, María José quería aprovechar su intervención para matizar un pequeño detalle sobre su cumpleños: «Quiero aclarar que no cumplo 45, cumplo 46, que todos los años me quitan un año». Si le preguntan por la felicitación que más ilusión le ha hecho, María José lo tiene claro: «Me hace ilusión que gente de mi familia pueda seguir felicitándome».
Tan enamorada de su marido como el primer día, María José confirmaba que Jesús es un hombre muy atento con ella en su día a día y no solo en los momentos especiales: «Jesús me lleva el desayuno a la cama todas las mañanas, no solo por mi cumple». Además, Campanario reconocía que el buen momento que está viviendo ahora es algo que se merecía desde hace tiempo: «Estoy muy feliz. Sabéis que de estas cosas no hablo por su privacidad, pero estoy muy feliz. Estoy en un momento de mi vida maravilloso. Me encuentro bien, con mis díass malos, pero ya era hora, ya tocaba, yo creo que me lo merecía».
Consciente de las muchas veces que los rumores de separación han rodeado su matrimonio, María José asegura que está muy feliz al respecto ya que el amor que comparte con Jesús crece cada día: «23 años para 24, pero mañana lo dirán y pasado otra vez. Ya estamos acostumbrados y al final la vida no es eso, no es lo que otros cuentan, es lo que uno pasa y vive, no lo que loss demás dicen de… Si yo tuviera que estar pendiente de cada vez que han dicho que nos hemos separado, no tendría un momento para mí y momentos donde me veis bailando y sonriendo».
A pesar de esto, María José sí que reconoce que en todos estos años de matrimonio sí que ha habido crisis, aunque no han coincidido con las que contaba la prensa: «Nunca habéis acertado cuando se ha hablado de crisis entre nosotros, siempre llegaban rumores que me era infiel. Claro que ha habido crisis, pero las he contado yo» revelaba. «Cuando me fui a estudiar fuera, había gente de su entorno, ojo, su entorno profesional, que es bastante machista, que le calentaban la cabeza y a él no le hacía gracia que estuviese fuera. No hubo crisis, pero no quería que me fuera. Es un hombre súper inteligente y con el tiempo lo terminó entendiendo y me apoyó».
Aunque la mujer del diestro es muy consciente de la repercusión que tienen los movimientos de su familia, insiste en que hay límites que no se deben sobrepasar: «Somos personas públicas, pero no se puede decir todo lo que se ha estado diciendo. No admitimos ciertas barbaridades. Tuvimos que poner un punto y decir que, si se habla, que se hable con la verdad». Después de muchos años en el foco mediático, María José hace balance del gran impacto que ha tenido la fama en su vida reconociendo que ha habido momentos muy complicados: «Con esto no se puede aprender a ivir, me niego a que se me obligue a vivir con ciertas cosas Cuando conocí a Jesús tenía veintipocos años, era una niña y no tenía por qué estar perseguida continuamente. Se que yo me he prestado en más de una ocasión y por eso me considero un personaje público pero no todo vale». Más fuerte que nunca a nivel psicológico, María José cree que con ella la prensa ha sido muy dura: «Ahora se habla mucho de salud mental, pero a mí no se me respetó, se han dicho cosas gravísimas sobre mí. Saqué fuerzas de mi marido, de Jesús y menos mal que lo he tenido a él y a mi familia».
Más sincera que nunca a la hora de hablar de la enfermedad que sufre, María José reconocía: «La fibromialgia que sufro es muy complicada y le pasa a mucha gente, por eso le quise dar voz a la enfermedad. Te puede llevar a una depresión, claro que sí. A mí me llevó a encerrarme y a tener una depresión, pero no quiero ser ejemplo de nada. Soy intolerante a muchos alimentos que desconocía y se puede ver que estoy ahora mucho menos inflamada que hace tres años».