París, 23 may (EFE).- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, arribó este jueves a Nueva Caledonia, el territorio autónomo del Pacífico escenario de graves disturbios desde hace diez días, que han causado seis muertos y graves daños.
«Abordaremos las cuestiones de la reconstrucción económica, las cuestiones políticas más delicadas», dijo Macron en declaraciones a la prensa, y anticipó que «se tomarán decisiones y se harán anuncios».
Macron, que viajó acompañado de los ministros del Interior, de Defensa y de Territorios de Ultramar, busca recuperar el diálogo entre los independentistas y los partidarios de la continuidad en Francia, según explicó una portavoz del Gobierno al anunciar el desplazamiento.
El mandatario salió de París en la noche del martes y llegó en la mañana del jueves a Nueva Caledonia, debido a la larga duración del viaje (más de veinte horas) y a la diferencia horaria.
En el avión presidencial viajaron también tres altos funcionarios que han tratado la cuestión de Nueva Caledonia en distintos puestos durante los últimos Gobiernos, y que conocen muy bien la idiosincrasia política del territorio.
La jornada del miércoles fue «más tranquila» a pesar de algunos incendios, según indicó el alto comisario del territorio, Louis Le Franc, en su conferencia de prensa diaria.
Sin embargo, la alcaldesa de la capital, Numea, Sonia Lagarde -del partido macronista Renaissance-, declaró al canal BFM que la noche no ha sido «tan calmada», ya que fueron incendiados un concesionario de automóviles con 300 vehículos y dos escuelas.
En total, desde el inicio de los disturbios se han producido más de 280 detenciones, otras 35 personas han sido llevadas ante un juez, 17 puestas en prisión preventiva y 84 policías y gendarmes han resultado heridos.
La presencia de Macron supone «una primera respuesta» para «reanudar un diálogo tranquilo y sereno», valoró el Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FNLKS), la organización que engloba a los partidos y asociaciones independentistas del territorio.
El FNLKS, en un comunicado, hizo un llamamiento a la calma de las «personas movilizadas» y advirtió a las autoridades contra cualquier «exceso o desbordamiento» de la respuesta policial. EFE
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