El Ministerio de Justicia del movimiento fundamentalista talibán afgano ha remitido a las agencias de seguridad a dos partidos políticos y 75 organizaciones del país por posible «actividad ilegal» y serán objeto de un estudio minucioso que podría desembocar en su ilegalización.
La actividad de las formaciones políticas está completamente prohibida en el Afganistán talibán pero los fundamentalistas han decidido preservar estos partidos en forma de organizaciones básicas aunque en ningún momento pueden desempeñar sus tareas habituales.
Asimismo, el Ministerio ha emitido «recomendaciones de actitud» a otras 17 organizaciones de caridad y 19 más han visto revocada su licencia de operaciones por fallos en el protocolo de renovación, de acuerdo con la nota ministerial recogida por la cadena de televisión afgana AMU.
Los talibán, que no mencionan ni los partidos ni las organizaciones señaladas, avisan que «cualquier tipo de actividad relacionada con la de un partido político será considerada como una ofensa criminal y los participantes en la misma podrán ser sometidos a un proceso judicial».