São Paulo, 5 abr (EFE).- Los productores brasileños de cacao pidieron este viernes al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva dejar de importar de África, ante el riesgo de que plagas presentes en ese continente entren al país, después de que la anterior Administración flexibilizara los controles fitosanitarios.
La presidenta de la Asociación Nacional de los Productores de Cacao de Brasil, Vanuza Barroso, demandó al actual Ejecutivo apostar por la industria nacional, que a su juicio está «desvalorizada» y «desestructurada», según dijo en declaraciones a EFE.
En concreto, pidió al Ministerio de Agricultura que revoque una normativa promulgada en 2021 por la gestión del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) que suavizó los requisitos fitosanitarios para la importación de almendras de cacao fermentadas y secas desde Costa de Marfil.
Costa de Marfil es el mayor productor mundial de cacao, mientras que Brasil suele oscilar entre el sexto y el séptimo lugar dependiendo de la productividad de la cosecha.
Según Barroso, esa normativa pone en riesgo real las plantaciones de cacao en Brasil y la expansión que el sector ha experimentado en los últimos años, pues «pueden llegar enfermedades y plagas «muy graves» ausentes en Brasil, «pero presentes en África».
La asociación trasladó su demanda al Gobierno de Lula, pero ante la falta de una respuesta favorable han optado por interponer una denuncia ante el Ministerio Público Federal, en Brasilia.
«No tuvimos otra salida. No queremos más enfermedades en nuestro país», señaló Barroso, quien también subrayó que el sector brasileño es «social y ambientalmente justo», frente a las denuncias por «mano de obra infantil esclava» en algunas producciones africanas.
Según la oficina de estadísticas del Gobierno, Brasil produjo el año pasado alrededor de 290.000 toneladas de cacao, frente a las 273.873 toneladas de 2022, lo que supone un aumento de casi el 6 %.
El 95 % de la producción brasileña es vendido a grandes multinacionales y el 5 % a pequeños chocolateros.
Para este 2024, a pesar de que la cosecha está en una fase tardía, el sector brasileño espera seguir aumentando la producción con el objetivo de superar las 300.000 toneladas.
«La producción es creciente. Varios estados brasileños que ni soñaban con producir hoy tienen plantaciones, como São Paulo y Minas Gerais. El crecimiento es continuo, pero la industria sigue prefiriendo traer cacao más barato» desde África con todas las implicaciones sociales y ecológicas que acarrea, explicó Barroso. EFE
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