Los rebeldes hutíes han destacado este domingo que el ataque con drones y misiles ejecutado por Irán contra Israel es «legítimo» y han argumentado que es parte de su derecho a la «defensa propia» tras el bombardeo perpetrado recientemente contra el Consulado iraní en la capital de Siria, Damasco, que se saldó con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolcucionaria.
El Ministerio de Exteriores yemení en manos de los hutíes –respaldados por Teherán– ha afirmado que los ataques «son consistentes con el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas» y ha agregado que «los países que apoyan a la entidad sionista deben dar prioridad al lenguaje de la razón, tener en cuenta los intereses de sus países y sus pueblos y detener su apoyo ilimitado a nivel político, militar, financiero y logístico a la entidad sionista».
Así, ha manifestado que «la intransigencia de los sionistas, sus crímenes de guerra y el genocidio contra civiles, especialmente en la Franja de Gaza, eleva las tensiones en Oriente Próximo». «No se detendrá en sus fronteras y llegará a muchas capitales», ha advertido, según ha recogido la agencia yemení de noticias SABA.
Por ello, el grupo rebelde ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que «asuma sus responsabilidades» a la hora de «mantener la paz y la seguridad internacional» y ha manifestado que la «continuada política de obstrucción» de las labores del organismo por parte del veto de «algunos miembros permanentes» –en referencia a Estados Unidos– «amenaza la supervivencia de la ONU». «El mundo entra en un periodo de caos», ha zanjado.
El Ejército de Israel ha confirmado que el ataque directo de Irán –la anunciada por Teherán como operación ‘Promesa Verdadera’– ha comprendido el lanzamiento de 170 drones, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos, «un 99 por ciento» de los cuales han sido interceptados por los sistemas defensivos israelíes.
Por su parte, Irán ha defendido que estos ataques son parte de una respuesta legítima y de su derecho a la «autodefensa» tras el citado bombardeo contra su Consulado en Damasco, achacado a Israel y que se saldó con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.