Jerusalén, 7 abr (EFE).- El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, mantendrá este domingo una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y otros altos funcionarios de la Casa Blanca tras poner rumbo a Washington anoche, informó su partido Yesh Atid en su cuenta de X.
Antes de su partida, Lapid participó el sábado en una nueva protesta multitudinaria antigubernamental celebrada en Tel Aviv, y que hoy se repetirá en Jerusalén.
Lapid también tiene previsto reunirse con el líder de la mayoría democrática del Senado, Chuck Schumer, quien el mes pasado pidió elecciones anticipadas en Israel y acusó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de ser uno de los «obstáculos» para lograr la paz en la región.
El propio Lapid comparte su misma urgencia respecto a la celebración de comicios, y hace unos días declaró en el pleno de la Knéset (Parlamento israelí) en Jerusalén que “en ningún otro país del mundo el gobierno habría permanecido en el poder (después de) el día 8 de octubre”.
Además, calificó en la red social X al Gobierno de Netanyahu como “el peor, más peligroso y fallido gobierno de la historia del país” y pidió su salida.
El encuentro de Lapid con Blinken se produce cuando las relaciones entre el Gobierno de Netanyahu y la Administración del presidente Joe Biden se han tensado nuevamente, en especial, tras el ataque israelí contra el convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen (WCK) en el que siete humanitarios fueron asesinados.
En declaraciones ayer al Canal 12 de noticias israelí, Lapid lamentó que la gestión de Netanyahu de la guerra estuviera «colapsando» el estrecho vínculo que Israel mantiene con su aliado norteamericano, y dijo incluso que veía difícil que esos vínculos pudieran ser reparados completamente por futuro gobiernos.
«Las conversaciones con Estados Unidos deberían llevarse a puerta cerrada y no frente a las cámaras», agregó el líder opositor.
El jueves 4 de abril, Biden le trasladó a Netanyahu en una conversación telefónica que el ataque el martes contra el vehículo de la ONG WCK era «inaceptable» y le pidió, por primera vez, «un alto el fuego inmediato» en la Franja de Gaza.
En respuesta, Israel accedió a abrir «temporalmente», y por primera vez desde el inicio de la guerra, el cruce de Erez para que entre directamente al norte, al borde la hambruna, la ayuda humanitaria básica desde el puerto de Ashdod.
El aparente cambio de postura de Estados Unidos ya se percibió a finales de marzo, cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó «inequívocamente» un alto al fuego inmediato durante lo que quedaba del mes de Ramadán -que no fue respetado- tras la primera abstención de EE.UU en meses.
En estos últimos meses, Biden también le ha reiterado a Netanyahu su preocupación sobre el asalto terrestre que planea sobre la ciudad de Rafah, donde más de 1,4 millones de personas, la mayoría forzosamente desplazadas, viven hacinadas. EFE
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