Tras dos días alejada de todo y de todos disfrutando de sus hijos después de dos meses sin verlos, Laura Matamoros retoma poco a poco la normalidad. Y lo primero que ha hecho en su primera salida tras su expulsión de ‘Supervivientes’ ha sido visitar una clínica dental en la que poner a punto su sonrisa tras su paso por los Cayos Cochinos.
Acompañada por un amigo con el que conversó relajadamente sentada en un banco en plena calle, la influencer intentó pasar desapercibida con una gorra que poco después se quitó dejando a la vista su melena revuelta que parece que arrastra las consecuencias de dos meses castigada por el salitre y el sol. Aparentemente relajada, la hija de Kiko Matamoros tomó café de un termo mientras fumaba de un váper, revelando que el reality no le ha servido para dejar de fumar.
Sonriente, aunque parca en palabras, Laura ha asegurado que el reencuentro con sus pequeños Matías (6) y Benji (2) ha ido «muy bien», pero ha preferido guardar silencio -cerrando la puerta del taxi- cuando le hemos preguntado si ha podido hablar con su hermana Anita y si su relación se ha visto resentida tras sus ataques a Makoke y sus enfrentamientos en la isla con Miri Pérez-Cabrero.