La Unión Europea ha reiterado este jueves su «grave preocupación» por la reactivación en Georgia del proyecto de ley que supuestamente persigue a los agentes extranjeros y ha recordado que, como país candidato a entrar en el bloque, debe garantizar entre otras cosas la plena libertad de maniobra de la sociedad civil.
La UE ya pidió en 2023 la retirada de la reforma, por lo que «lamenta» que ahora haya decidido retomarla el partido gobernante Sueño Georgiano, «pese a las contundentes reacciones sociales e internacionales» que provocó el primer intento de aprobarla en el Parlamento.
«Crear y mantener un entorno amable para las organizaciones de la sociedad civil y garantizar la libertad de los medios es clave para la democracia. Es también crucial para el proceso de adhesión a la UE», advierte en un comunicado el Servicio de Acción Exterior del bloque, que ha aludido al compromiso «para la promoción de la democracia, el Estado de derecho y los Derechos Humanos».
Georgia cuenta desde diciembre de 2023 con el estatus de candidato a la UE, pero la oficina de Josep Borrell ha recordado que la Comisión Europea emitió una batería de «recomendaciones» a tener en cuenta en materia de libertades para seguir avanzando en este proceso.
Por eso, ha señalado que la «transparencia» que reclama Sueño Georgiano no puede tener como efecto colateral «límites a la capacidad de la sociedad civil para operar libremente». «Alentamos a los líderes políticos de Georgia a adoptar y aplicar reformas que vayan en línea con el objetivo declarado de unirse a la Unión Europea, tal como reclaman una gran mayoría de los ciudadanos», ha añadido.
El año pasado, tras el primer intento de aprobación de la ley, la oposición y parte de la sociedad se manifestó en contra de la propuesta por considerarla una muestra de simpatía con Rusia. El Gobierno, por su parte, rechazó estas acusaciones y defendió que el texto serviría para simplemente tener un listado de organizaciones financiadas desde el extranjero.