Toledo, 29 may (EFE).- Las calles del casco histórico de Toledo volverán a ser el escenario este jueves de la procesión del Corpus Christi, que discurrirá por 2.000 metros lineales de recorrido, en los que se han colocado más de 6.000 elementos decorativos, 50.000 flores, 1.200 plantas y 4.000 metros de guirnalda.
La procesión, declarada de Interés Turístico Internacional desde 1980, concita habitualmente el máximo interés de los toledanos, que consideran al Corpus Christi la principal fiesta de la ciudad, por lo que este año volverán a llenar las calles del casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto a los miles de visitantes que acuden habitualmente a contemplar el desfile.
Tras varias semanas de preparativos, las calles por las que va a discurrir la carrera procesional volverán a mostrar el esplendor que las caracteriza en esta fiesta, en la que tampoco va a faltar el calor que suele acompañarla casi todos los años, ya que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé temperaturas máximas de hasta 36 grados.
Según ha explicado el presidente de la Junta pro Corpus, Juan Carlos Fernández, los 2.000 metros lineales del recorrido por el que discurrirá la procesión estarán decorados con casi un centenar de grandes faroles, algunos de mediados del siglo pasado, así como con más de 350 elementos de forja para pared como elementos de iluminación.
También se han colocado más de 400 recipientes metálicos para motivos florales, más de 450 reposteros, 800 estandartes, más de 400 pendones y 500 balconeras, además de vidrieras, panoplias, bolas de forja, antorchas, espadas, arcos, jardineras y un largo etcétera hasta sumar las más de 6.000 piezas que se han instalado una a una.
Entre las novedades de este año figuran 50 balconeras en rojo carmesí, con la imagen en el centro de la Custodia de Arfe, el elemento fundamental del desfile procesional que sale y vuelve a la catedral de Toledo, 10 reposteros de grandes dimensiones (2,75×1,5 metros) con el mismo motivo y 15 nuevas jardineras con el árbol de laurel signo desde la antigüedad de la victoria.
Completarán el material expositivo 4.000 metros lineales de guirnalda que recorrerán todo el itinerario de la procesión, 2.800 metros de columnas de boj y 800 geranios, además de surfinias, helechos, hiedra y cintas, así como murales vegetales preparados por los colegios Virgen del Carmen y Divina Pastora, y tres grandes murales plásticos del artista toledano Ricardo Martín Paniagua.
Otro de los emblemas es la decoración floral que jalona el recorrido de la procesión, que este año cuenta con más de 50.000 tallos de flor y unas 1.200 planas, sobre todo geranios, según ha señalado la presidenta de la Asociación de Floristas de la Provincia de Toledo, Irene Martín.
Este año hay siete diseños distintos de flores y plantas que se están colocando en las calles del casco histórico que recorre la procesión, que han sido preparadas por unos 70 floristas, 40 de ellos de la provincia de Toledo y los restantes procedentes de una decena de comunidades autónomas: de la Escuela Andaluza, de Galicia, de Asturias, de Extremadura, de Madrid, de Valencia, de Barcelona y de Navarra.
Estos floristas están trabajando contrarreloj desde el pasado domingo en el gimnasio San Lázaro preparando los diseños y la decoración floral y además lo hacen de forma gratuita, ha destacado Irene Martín.
La presidenta de la Asociación de Floristas ha recalcado que todos trabajan «codo con codo» para embellecer la ciudad, que en estos días se convierte «en la capital de la flor y de la decoración», ha señalado el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, quien ha valorado que los mejores creadores del país «se dan cita aquí, en el Corpus». EFE
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