La Policía israelí ha dispersado este lunes por la fuerza una nueva manifestación a favor de un acuerdo para la liberación de los rehenes israelíes retenidos en la Franja de Gaza.
Los agentes han empleado cañones de agua contra los asistentes, concentrados ante la sede del partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu, informa el diario ‘The Times of Israel’.
Antes de la intevención policial los manifestantes han cortado varias calles del centro de la ciudad, junto a la calle Begin, epicentro de las protestas, y han coreado consignas como «Rafá puede esperar, ellos no».
Las imágenes difundidas en medios israelíes muestran a manifestantes prendiendo fuego a barricadas de neumáticos y dirigiéndose a la autopista Ayalon, que cortan habitualmente como forma de protesta.