La Dirección de Seguridad Pública de Jordania ha defendido la intervención de los policías jordanos durante esta semana de concentraciones multitudinarias frente a la Embajada de Israel en la capital, Amán, que se han saldado con varios heridos y detenidos.
Organizaciones como Human Rights Watch han indicado que «cientos» de manifestantes jordanos han sido detenidos desde el estallido en octubre de la guerra entre Israel y Hamás, mientras condenan que las autoridades jordanas «llevan meses reduciendo el espacio cívico y limitando la libertad de expresión».
En el comunicado publicado este domingo por la agencia oficial de noticias jordana, Petra, la DSP jordana asegura que sus fuerzas intervinieron en las protestas de esta semana «con la mayor disciplina y profesionalidad» sin «impedir que miles de jordanos manifestaran su opinión».
La Policía jordana señala que «durante la pasada noche y en días previos», los manifestantes insultaron a los agentes desplegados frente a la Embajada e incluso intentaron agredir a las fuerzas de seguridad, aunque los agentes reaccionaron con «absoluta contención».
La DSP confirma que los incidentes del pasado sábado se saldaron con «varios detenidos», sin especificar su número.
El enfado entre la población jordana ha ido creciendo con el paso de las semanas e instado al Gobierno, que actúa como garante de los sitios musulmanes en Jerusalén, que rompa el tratado de paz firmado con Israel en 1994 en repulsa a los bombardeos israelíes sobre Gaza.