El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha considerado «positivo» el encuentro mantenido en Pekín entre delegaciones de Al Fatá –movimiento del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas– y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para «consultas» sobre «una reconciliación intrapalestina» ante la ofensiva israelí contra Gaza y ante el aumento de las operaciones de seguridad, ataques de colonos y expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
«La cuestión de la reconciliación dentro de la Autoridad Palestina y el Estado palestino es algo por lo que hemos estado presionando. Siempre hemos creído que la Autoridad Palestina tiene jurisdicción, tanto en la Cisjordania ocupada como en Gaza. Todo lo que pueda conducir a la reconciliación debe considerarse positivo», ha expresado Dujarric durante una rueda de prensa.
Sin embargo, ha reconocido que el organismo no tiene «ninguna idea sobre las conversaciones», en las que «ambas partes expresaron su voluntad política de lograr la reconciliación a través del diálogo y la consultas y mantuvieron reuniones sobre muchos asuntos específicos», según informó en su momento el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Li Jian.
Li también aseguró que la ronda de contactos se ha saldado con «progresos positivos» y con un acuerdo «unánime» para continuar el diálogo para lograr «cuanto antes» la «unidad palestina».
Los Territorios Palestinos Ocupados sufren una división política y territorial desde 2007, cuando Hamás se hizo con el control de Gaza a raíz de unos enfrentamientos intrapalestinos derivados de las elecciones celebradas el año anterior, en los que el grupo islamista se hizo con la victoria. Por su parte, Al Fatá controla Cisjordania y Jerusalén Este, igualmente ocupadas por Israel.
Las distintas rondas de contactos entre las partes para un acuerdo de reconciliación se han saldado sin acuerdo, si bien han recibido un nuevo impulso tras el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza y ante el aumento de las operaciones de seguridad, ataques de colonos y expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.