La Misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia ha pedido al Gobierno colombiano y a los diferentes grupos armados con los que mantiene negociaciones de paz a continuar con estos diálogos.
«(La OEA) hace un llamamiento a persistir en los esfuerzos por establecer y avanzar diálogos con todos los grupos armados y, a través de ellos, materializar acciones concretas que permitan cesar de manera definitiva la violencia, garantizar la protección, integralidad y bienestar de la población civil, facilitar la llegada del Estado en su conjunto y avanzar hacia la transformación de las causas estructurales de inequidad y abandono que perpetúan el conflicto», ha manifestado el jefe de la Misión, Roberto Menéndez, en un comunicado.
En ese sentido, ha enfatizado que la construcción de la paz en Colombia es «de grandes proporciones» y requiere «compromisos igualmente grandes», resaltando «logros» en materia de cuestiones humanitarias o de participación ciudadana tales como el fortalecimiento institucional para la transformación rural, en políticas de desmantelamiento de organizaciones criminales, de desminado y de estrategias para responder al reclutamiento forzado, incluido el de menores de edad.
La misión también ha destacado su colaboración para prevenir combates entre el Ejército y la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las disueltas FARC, sus gestiones humanitarias para lograr la liberación de personas secuestradas o la recuperación de bienes civiles en numerosas regiones.
«La interlocución simultánea con diferentes grupos armados que convergen en un mismo territorio, representa un desafío de gran magnitud. La secretaría general de la OEA destaca el diálogo como el camino privilegiado y no violento para alcanzar acuerdos concretos, garantizar efectivos cumplimientos y generar cambios y transformaciones profundas», ha puntualizado Menéndez.
A pesar de las negociaciones, las Fuerzas Armadas colombianas se encuentran combatiendo al EMC en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca tras la suspensión del alto el fuego después de que las autoridades colombianas acusasen a la guerrilla de lanzar ataques indiscriminados contra poblaciones indígenas.
El Gobierno de Colombia mantiene varios diálogos abiertos, entre ellos los del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se encuentran en una fase más avanzada con respecto a otros como los de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, o los del Clan del Golfo, grupo paramilitar que recientemente ha mostrado interés en sentarse a negociar.