Alejado de los focos y de los escándalos desde que se mudó a Abu Dabi con el Rey Juan Carlos en febrero de 2023, Froilán ha regresado a España para asistir a la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo y Moreno y, de paso, unirse al resto de la Familia Real en el funeral en memoria de Fernando Gómez-Acebo -hijo menor de la infanta Pilar, fallecido el pasado 1 de marzo- que se ha celebrado este lunes en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid.
Muy a su pesar, el hijo de la infanta Elena vuelve a copar titulares por su agitada vida nocturna, ya que aprovechando su viaje exprés a nuestro país, y como cualquier chico de su edad -tiene 25 años- ha compaginado a la perfección sus obligaciones familiares con sus momentos de ocio con su grupo de amigos.
El viernes, horas después de su regreso a casa, Froilán no solo se reencontró con su pandilla sino también con la vida noctura de la capital, y como han contado en ‘Y ahora Sonsoles’ estuvo hasta las 4 de la mañana en una popular discoteca.
Fresco como una rosa reaparecía con su madre y su hermana Victoria Federica en torno a las 11.30 -solo 7 horas después de haberse retirado la noche anterior- en el enlace del alcalde de Madrid. Para sorpresa de propios y extraños era de los primeros en abandonar la celebración en compañía de la Reina Sofía. Pero no se iba a descansar, sino a cambiarse el traje por una sudadera para estar más cómodo y volver a disfrutar de una fiesta en compañía de sus amigos.
Según ‘Socialité’, Froilán estuvo en el primer aniversario de uno de los locales de moda de Madrid, cercano a la Plaza de España, hasta las 6 de la mañana. Y a continuación, demostrando su energía inagotable, se iba a un after de Leganés a continuar la velada, permaneciendo allí hasta las 11 de la mañana. Momento en el que regresó a casa de su madre para descansar un breve rato antes de celebrar el cumpleaños de su padre, Jaime de Marichalar, con una comida familiar. ¡Menudo fin de semana!
24 horas de fiesta non-stop que han desatado infinidad de comentarios y voces que afirman que la infanta Elena ha intentado hacer ver que su hijo ha madurado y ha cambiado cuando la realidad es que sigue siendo el mismo chico sociable y juerguista de antaño, solo que ahora vive en Abu Dabi y lleva una vida lejos del foco mediático.
Haciendo oídos sordos a las críticas, Froilán ha reaparecido en el funeral de Fernando Gómez-Acebo con su madre, que agarrándolo de un modo protector del brazo ha dejado claro que le apoya de manera incondicional y no le ha dado ningún tipo de importancia a su última salida nocturna.
Sin embargo, ni doña Elena ni el sobrino de Felipe VI han querido pronunciarse sobre este tema y han evitado confirmar si es cierto que estuvo en un after a las afueras de Madrid hasta las 11 de la mañana tras la boda de Almeida.