Como era de esperar, a la misa funeral por Fernando Gómez-Acebo la Casa Real hacía un hueco en su agenda para poder mostrar su apoyo a la familia. Pudimos ver cómo llegaban a la Catedral Castrense y saludaban a los allí presentes, creando momentos muy especiales como el saludo de don Juan Carlos a Nicolás, hijo de Fernando y Nadia Halamandari, o el saludo de doña Sofía a Simoneta, quien no podía evitar emocionarse en este día tan emotivo.
Después de la celebración de la misa, el rey Felipe VI y la reina Letizia eran de los primeros en marcharse. Lo hacían bajo el resguardo de un paraguas para evitar mojarse y el rey tenía un bonito gesto con su esposa. Al llegar al coche, le sujetaba pacientemente el paraguas hasta que ella estaba dentro del vehículo, ayudando a que no se mojara. Después, entregaba el paraguas a una persona de su confianza y, bajo la lluvia, se dirigía al otro lado para subirse por la puerta contraria.
La infanta Elena, acompañada de sus hijos, se acercaba a Beltrán para compartir unas palabras con él antes de marcharse. Froilán le abrazaba cariñosamente mientras la infanta sonreía, orgullosa de su hijo. Después, la infanta se despedía de Bruno y Bárbara Cano. Los tres se mostraban agradecidos de poder compartir unos minutos a solas entre el resto de invitados. La infanta se agarraba de Froilán para marcharse de allí mientras que Victoria Federica caminaba un par de pasos más atrás.
Doña Sofía aprovechaba el momento para hablar con la infanta Margarita y María Zurita. La madre del rey Felipe le daba la mano a la hija de Carlos Zurita en un gesto amable y las dos sonreían. A su lado, la infanta Cristina aprovechaba para hablar con Carlos Zurita. La infanta Cristina y doña Sofía se marchaban juntas, no sin antes saludar a los allí presentes que les despedían al grito de ‘¡Viva la reina Sofía!’.