La confianza de los empresarios alemanes ha mejorado en abril por tercer mes consecutivo, según refleja el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en 89,4 puntos desde los 87,9 del mes anterior, su lectura más alta desde mayo del año pasado.
En abril, los empresarios germanos han mejorado la evaluación de la presente coyuntura, cuyo subíndice ha subido a 88,9 enteros desde los 88,1 de marzo, en máximos desde noviembre de 2023, mientras que las expectativas muestran mayor optimismo al repuntar a 89,9 puntos desde los 87,7 del mes anterior, en máximos de un año.
«La economía se está estabilizando, especialmente gracias a los proveedores de servicios», ha destacado Clemens Fuest, presidente del Ifo.
En este sentido, Carsten Brzeski, economista de ING Research, considera que el tercer aumento mensual consecutivo en el índice Ifo refuerza la opinión de que la economía alemana «ha superado la depresión y debería poder disfrutar de una mejora más cíclica».
«El índice Ifo de hoy proporciona una prueba más de que la economía alemana está tocando fondo (…) A juzgar por experiencias anteriores, tres aumentos consecutivos tienden a marcar un punto de inflexión en la economía», apunta el experto, para quien, sin embargo, la velocidad de mejora cíclica de la economía alemana está limitada por desafíos estructurales.
De tal modo, es probable que el aumento de los precios del petróleo como resultado del conflicto entre Irán e Israel, así como las tensiones en el mar Rojo, pesen sobre la industria y las exportaciones, mientras que el creciente número de insolvencias, así como los anuncios de empresas sobre reestructuraciones laborales, alimentan el riesgo de un debilitamiento del mercado laboral en 2024.
«Con todo, el índice Ifo de hoy trae más optimismo para la economía alemana. La depresión cíclica ha quedado atrás, pero esto no significa necesariamente que sea inminente una fuerte recuperación, ya que persisten las debilidades estructurales», resume Brzeski, quien advierte de que un nuevo riesgo podría ser que la incipiente mejora dé lugar a la complacencia política.
La semana pasada, el Bundesbank, el banco central germano, apuntó en su boletín mensual de abril que la economía alemana habría vuelto a crecer ligeramente en los primeros tres meses de 2024, evitando así encadenar dos trimestres consecutivos de contracción del PIB, que implican la entrada en recesión técnica.
«Es probable que el PIB real haya vuelto a aumentar ligeramente en el primer trimestre de 2024», señalaba el documento, aunque la entidad advertía de que «todavía no hay señales de una mejora sostenida para la economía alemana y aún persisten vientos en contra desde varias direcciones», por lo que «todavía no está claro si el aumento de la actividad continuará en el segundo trimestre».