Las grandes transformaciones que se requieren en los modelos de desarrollo de América Latina y el Caribe para poder lograr sociedades más productivas, inclusivas y sostenibles, necesitan una ampliación del espacio fiscal para dar sostenibilidad a las finanzas públicas.
Así lo han manifestado autoridades, expertos y académicos reunidos en el XXXVI Seminario Regional de Política Fiscal, que ha concluido este miércoles en la sede de la Cepal en Santiago de Chile.
El foro regional –que durante 36 años ha convocado a autoridades, especialistas, sociedad civil y academia para dialogar sobre los desafíos de política fiscal que enfrentan los países de la región– finalizó recalcando la necesidad de incrementar la disponibilidad de recursos fiscales y hacer un uso más efectivo de ellos, mediante el aumento tanto del nivel de recaudación tributaria como de su progresividad para que contribuya a la reducción de desigualdades.
El encuentro fue inaugurado por José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, quien advirtió que el entorno macrofinanciero actual, caracterizado por un crecimiento económico bajo y altos costos financieros, ha vuelto más complejo el manejo de la política fiscal en la región.
«Los países cuentan con un espacio fiscal acotado, con crecientes presiones para contener el gasto público con miras a resguardar la dinámica de la deuda pública», ha señalado.
En este sentido, ha agregado que cuando los países tienen que dedicar 3, 4 y hasta 5 puntos del PIB al servicio de la deuda, se reduce la disponibilidad de recursos para gastos e inversiones en salud, educación, infraestructura y otras áreas clave para el desarrollo económico y social.
«Por ello, venimos insistiendo en que para generar una capacidad de crecer de manera alta, sostenida, inclusiva y sostenible, y salir de la trampa de bajo crecimiento, los países de la región deben escalar y mejorar sus políticas de desarrollo productivo», ha enfatizado.
Durante los tres días de debates se ha abordado el gasto público y sus prioridades para alcanzar un desarrollo más sostenible, el fortalecimiento de los ingresos públicos para financiarlo y la sostenibilidad de la deuda pública.